Institucionalidad y elecciones 2021
Desde un asentamiento humano donde reina la injusta pobreza, una niña sigue “Aprendo en Casa” por un teléfono celular. Con esfuerzo su madre, probablemente jefa de hogar, ha puesto una conexión a Internet. Aún no puede comprar una computadora, menos en tiempo de pandemia. Otros escolares comparten esta penosa vida, como los estudiantes de Piura que cruzaron un río… ¡en busca de una señal de Internet! Vino un alud y se los llevó, pudieron perder la vida en el intento. Afortunadamente no fue así, será una anécdota cuando sean grandes y –ojalá– profesionales.
“Aprendo en Casa” es un programa de Canal 7 bastante básico y mal hecho. Pero esto no sepulta la ilusión de los niños por aprender. Esfuerzo y ganas hay, mas no ‘tablets’. Hubo malos manejos, ‘trafas’, chanchullos y los escolares no las recibieron. Hasta hoy no se soluciona el asunto.
Días atrás, el sicariato, probablemente del narcotráfico, asesinó a cuatro personas de un tiro en la cabeza. La delincuencia está desbordada, poco se comenta de ello. El periodista Beto Ortiz devela algo que sospechábamos: la estrecha vinculación entre la presidenta del Poder Judicial, Elvia Barrios, su esposo y su hermana, dos veces ministra del anterior régimen. La mafiosa presencia de Vizcarra se huele a leguas.
La Sala Penal que presidía Barrios desestimó el archivamiento de la denuncia contra el fiscal supremo Gonzalo Chávarry y le zampó 18 meses de suspensión, sin sueldo y ¡sin seguro médico! Parcializadamente, consideró que Chávarry no podía separar del caso Lava Jato a los fiscales Pérez y Vela. Pero cuando la fiscal Ávalos sacó a dos magistradas del proceso ‘Cuellos Blancos’ nadie ‘pitió’.
Por eso no sorprende que la jueza que vio el caso Vizcarra desestimara la prisión preventiva para este sujeto que tanto daño le hace al Perú; pese a ser evidente que el exgobernante obstruye a la justicia y posiblemente la compre. Ella homologó el Acuerdo con Odebrecht, lesivo para el país. La verdad saldrá a la luz tarde o temprano.
El tufo corruptor de Vizcarra está en el Tribunal Constitucional, también en la arbitraria Junta Nacional de Justicia (JNJ) hija putativa de “El Lagarto”. Aún no ve la reconsideración presentada por Chávarry para que le devuelvan su cargo como fiscal supremo. Con el alud de detritus que estamos viendo sería una desfachatez que la JNJ persistiera en su arbitraria actitud.
Vote por quien pueda devolver la institucionalidad al Perú. Basta de argollas humala-vizcarristas, de la tapadera de la corrupción de este gobierno morado. Que el dinero de los ministerios se invierta en la gente, no en las consultorías y concesiones para los amigos. Detrás de ello solo hay deshonestidad. El país está mal económicamente, probablemente nos rebajarán la calificación de riesgo. Sin un golpe de timón, nos iremos inevitablemente al hoyo.
