Insisto, ¡vacancia ya!
Cuando hace ya cinco años -se cumplirán seis el 13 de diciembre próximo- EXPRESO acogió mi columna “Escaño Popular”, busqué en cada artículo enfocar temas políticos con una perspectiva, sobre todo constitucional, para contribuir a un mayor y mejor conocimiento de nuestra Carta Magna, siempre haciendo hincapié en que Derecho y Política, sí con mayúsculas, son en principio materias opinables en las que toca esforzarse por presentar los argumentos de la manera más clara y sencilla posible, sin que la discrepancia autorice a tergiversar las ideas de los otros ni menos generar persecución o acoso ni difamación, o, peor aún como lamentablemente he comprobado estos días, se atreva alguien a calificar de “falsas” las opiniones que no gustan y como “verdaderas” las que agradan.
Llegado este gobierno el ánimo que subyacía a mis artículos ha sido casi desplazado por el reclamo insistente de librar al Perú y a los peruanos de la organización criminal que se ha enquistado en el Poder Ejecutivo y que sin duda alguna extiende sus ramas o tentáculos nocivos a otros poderes e instituciones del Estado.
Cada día se descubren más indicios y hasta pruebas irrefutables de inmoralidad y delictiva corrupción que tienen, sin excepción, origen o destino en quien ocupa precariamente Palacio de Gobierno, Pedro Castillo.
Hasta el momento y conforme a los artículos 113°, inciso 2) de la Constitución Política y 89-A del Reglamento del Congreso, se han tramitado y votado dos mociones de vacancia de quien ocupa, sin honrarla, la alta magistratura del país. Pese a las contundentes evidencias de incapacidad moral del cuestionado alto funcionario, un conjunto de congresistas descubiertos ya como partícipes en los actos reprochados al mandatario y otros sospechosos de serlo y aún por descubrir, han impedido con votos en contra o en abstención que se alcance la mayoría súper calificada (no menos de 2/3 del número legal de congresistas, es decir 87) que exige la norma reglamentaria citada.
Los argumentos y excusas esgrimidos por tales congresistas para apoyar o abstenerse respecto de la vacancia de P. Castillo, son contradichos cada día que pasa con indicios y evidencias rayanas en el escándalo y la impudicia respecto a ineficiencia y corrupción vinculados directa y hasta personalmente (caso del helipuerto clandestino que se ha mandado construir para su uso personal y familiar en Chota y las gestiones indebidas de la cuñada en la asignación de obras millonarias) con quien está en la cúspide del poder.
Así las cosas, insisto, ¡Congreso de la República, vacancia ya!
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