¿Imponiendo ministros al imberbe de Palacio?

Una de dos: o nadie le acepta cargo de ministro de Estado, con todo respeto, al imberbe (interpretado como persona carente de experiencia) José Jerí (38), presidente interino del Perú, por representar la continuidad de la anodina gestión de su antecesora Dina Boluarte, y los llamados quieren salvaguardar su techo político; o porque debe responder a los deseos o exigencias, en mi opinión, de las bancadas, sobre todo una de color naranja, que lo mantuvieron en la Mesa Directiva del Congreso, rechazando su recomposición solicitada por varios legisladores la noche que se votó la vacancia presidencial, asegurándole, a falta de vicepresidentes, con esta malhadada o bien calculada jugada política, el sucederle a Dina en el sillón de Pizarro. Estando, en teoría, hipotecado a ratificar a los “bien amados” ministros del gabinete Arana, según corrillos.
No quiero generalizar. En el saliente, como en anteriores gabinetes, ha habido personas que se han esforzado por servir al país, pero lamentablemente los tales son contados con los dedos de una mano.
Pese a haber asumido intempestivamente la presidencia del Perú hace ya tres días, al cierre de esta edición aún no había jurado el primer gabinete de la era Jerí, ni siquiera se conoce el nombre de quién sería el primer o la primera ministra (PCM), o a los titulares del MEF, para dar calma a los gremios empresariales e inversionistas, y del Interior, porque la criminalidad no se detiene, por ésta que siga el vacío de poder en el país.
Lo que sí ha caído como gancho al hígado es el trascendido de que se mantendría en el MEF al multifuncional Raúl Pérez-Reyes, o lo que sería más contraproducente, ser promovido a presidente del Consejo de Ministros, lo que, en opinión de varios opinólogos y, en su caso, politólogos —entre ellos Aldo Mariátegui y Juan Sheput, respectivamente—, a Pérez-Reyes se le percibe como alguien complaciente, sin carácter, una especie (en mi apreciación) de “chicheñó”.
De ser esto así, ¿qué parte no entendió el señor José Jerí? ¿No ha escuchado acaso el clamor popular que no solo quiere que él, sino también los congresistas, “se vayan todos” por incompetentes o por haber ejercido abusivamente el poder político, según el caso, en la percepción ciudadana (ver los porcentajes de desaprobación de las encuestas nacionales)?
¿Que no puede amarrarse bien los pantalones el presidente interino y nombrar, a su criterio, ministros con el perfil político que exigen las actuales circunstancias de crisis nacional? Convocar gente de hoja de vida intachable para garantizar la neutralidad del proceso de elecciones generales de 2026 (si el PCM es puesto por los naranjas, esta se rompería) y combatir con inteligencia al crimen organizado y la corrupción, sin que le impongan los nombres desde el Congreso, si es que fueran ciertos los corrillos.
Hay gente valiosa, con experiencia política y de buena gestión, que se puede llamar: el exministro de Vivienda, Carlos Bruce; el exdefensor del Pueblo, Walter Gutiérrez, por ejemplo. No pretexten que no hay cuadros.

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