Imperialismo comunista
Una noche Mafalda, personaje del genial caricaturista argentino Quino, despertó de su sueño para reflexionar que mientras nosotros dormimos hay miles de millones de chinos trabajando, dejando angustiado a su papá. Cosas de la vida, el miércoles Argentina, patria de Mafalda, activó el swap con China para pagar con yuanes las importaciones provenientes de la dictadura comunista.
El presidente Xi ha dicho, entre otras cosas, que no utilizará el dólar como moneda de intercambio internacional.
La China comunista, imperialista y trillonaria avanza, mientras Estados Unidos se dirige hacia una recesión, incapaz de detener la inflación y obligada a una décima alza de las tasas de interés, desde marzo de 2022.
Biden no parece darse cuenta que el bloque China-Rusia busca destruir el dólar como moneda de intercambio mundial. Pero no solo el par busca acabar con la moneda gringa: el brasileño Lula de Silva anunció, en febrero, que “Crearemos una moneda en América Latina. No tenemos que depender del dólar”. Y el asunto tiene antecedentes.
Hacia la segunda mitad del siglo XX el presidente francés Charles de Gaulle, una de las figuras más influyentes en el proceso de creación de la Unión Europea, dijo: "que muchos países acepten como principio que los dólares sean tan buenos como el oro, conduce a los estadounidenses a endeudarse de forma gratuita a expensas de otros países. Porque lo que Estados Unidos debe, lo paga con un dinero que solo ellos pueden emitir". Con el tiempo la respuesta europea fue la implementación del Euro.
El presidente de Francia Emmanuel Macron viajó a China en abril para reunirse con su homólogo Xi Jinping, en la ciudad sureña de Cantón, para tratar sobre la guerra de Ucrania, buena excusa para que la delegación de empresas que lo acompañó: Airbus, EDF, Alstom o Veolia, con intereses en la región cantonesa considerada la "fábrica del mundo", se reúna con potenciales inversionistas.
Tras la visita del francés, aterrizó el ex terrorista y corrupto presidente brasileño Lula da Silva, para “fortalecer lazos económicos”, e intentar que Xi lidere el esfuerzo global para sentar a negociar a los rusos con los ucranianos y los socios de OTAN.
El "socialista del siglo XXI" Lula, figura principal del Foro de Sao Paulo, busca asociar a Brasil con China para “equilibrar la geopolítica mundial”.
La comunidad Europea parece tenerle más simpatía al comunismo chino que a los Estados Unidos, y Lula, presidente de la mayor potencia económica sudamericana, también.
La visita de Lula a Beijing se dio en un momento clave en el estado de las relaciones entre las grandes potencias. Su visita a China le abre oficialmente las puertas para que invada la región con su comunismo y rapiñe nuestros recursos naturales. La dinámica ideológica y económica china busca mayor presencia por estos lares. Mientras tanto el presidente de los Estados Unidos, "no se oye, padre".
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