Hugo en su mundo
Estoy en casa de Hugo Colquier, en Villa María del Triunfo. Conversamos en la sala pintada en un cálido amarillo donde exhibe ese mundo de piezas decorativas, de uso y algunas curiosidades que son alma y motor de su trabajo en el que suma veintisiete años. Mientras ordena sobre la mesa unas pequeñas copas Art Deco de pie negro, hace una pausa, me mira, y sin cambiar el tono de voz con que conversaba, dice, “me inicié en el arte de las antigüedades con Rafo Maldonado en Barranco. Restauraba piezas de madera. Hace doce años me independicé. Un amigo me entregó un lote que acepté como una muestra del Señor que me abría un nuevo camino. Soy cristiano”. Mueve una copita y agrega, “mi línea es el vintage, llego al art nouveau, no tengo arte virreinal ni religioso. No soy anticuario, aunque compro antigüedades para un público que tengo en Chile”.
“Después de investigar solo compro y vendo lo que me gusta”, confiesa. El resultado de la búsqueda y selección lo organiza en ese par de hermosas vitrinas, un gran armario, el aparador y un estante. En buena y graciosa compañía conviven juguetes, vajilla, máquinas de escribir, floreros, copas de vidrio y cristal, curiosidades y ejemplares de colección como esos radios de tubos marca Telefunken, Maite, Phillips, Siera, Mullard y Wega de los años 30 y 40. “Si necesitaran reparación la hacemos con mi suegro, Alejandro Vicente Audante, técnico electrónico con sesenta años que garantiza la calidad del trabajo. Podemos recibir y enviarlos a todo el Perú”. La mañana camina despacio, aprovecho para ver una marina, dos grabados, un espejo. Me detengo en un mueble de interesante formato que despierta mi curiosidad. Con esa paciencia del buen vendedor que sabe ofrecer, escuchar y no intenta atropellar con sus comentarios, me da la información. “Es un mueble para guardar discos. Se lo llevarán a Santiago de Chile”. Lo abre, saca dos discos de carbón grabados por una sola cara. Tienen el sello de la Columbia Records y Columbia, casa madre de Sono Radio que exitosamente condujo Mario Cavagnaro. Sorpresa, son del dúo Montes y Manrique, pioneros en grabar música criolla en Estados Unidos. Uno tiene ‘La Perla’, canción, el otro, ‘Una Jarana en Cocharcas’, pieza imitativa. Para completar trae una linda vitrola de corneta y el famoso perro blanquinegro símbolo de la RCA Victor.
Miraba en la vitrina unas pequeñas y graciosas figuras de porcelana cuando llegaron su esposa Carola Vicente con Gabriel, su hijo. Después de saludarnos les pido unos minutos para una foto, aceptan gustosos y con gran sonrisa posan frente al armario en el que Hugo ha ordenado vajilla, unas ánforas de porcelana y una pieza de plaqué. Hicimos una, dos, tres fotos.
Falta poco para mediodía, es momento para emprender la retirada, pensando que será bueno regresar para seguir conociendo sus tesoros. Al despedirme, Hugo pregunta, “¿puedes hacerme un favor?”, claro que sí, “pon que tengo atención personalizada, servicio delivery y sigo haciendo restauraciones en madera. Pueden ubicarme en el Facebook o comunicarse conmigo de 10 a 1 y de 4 a 8 en el 963-896- 660”. Imposible negárselo a quien ha sido tan amable y buen conversador.
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