Grau contra la dictadura
Los demócratas vamos ganando una nueva batalla al impedir otro vejamen a nuestras FF.AA.
El Ejecutivo, mediante un decreto de urgencia ilegítimo, pretendió dejar sin efecto el feriado nacional del jueves 8 octubre para impedir la celebración de la memoria del Almirante Miguel Grau Seminario, héroe de la Guerra del Pacífico, defensor del constitucionalismo y peruano del milenio.
La razón argüida fue trabajar sin pausa para lograr la reactivación económica; argumento necio porque los feriados no laborables inciden positivamente en el consumo.
La verdad es otra: los asesores izquierdistas del mitómano Vizcarra fueron quienes decidieron seguir adelante con el plan de destrucción militar.
Ellos siguen la tesis gramsciana de hacer la revolución no con los proletarios ni los campesinos, sino con los intelectuales, la clase media y los estudiantes; utilizando como campo de batalla la cultura, la educación y el efecto multiplicador de los medios de comunicación; con tácticas que buscan cambiar la mentalidad de la nación, desvinculándola de su escala de valores tradicionales, para insertar sus propios valores ateos y materialistas.
Desde época de Paniagua el plan está en marcha: a los militares se les persigue en manipulados juicios de derechos humanos; se privilegia a los terroristas; se ha inventado un “acta de sujeción” a Montesinos; se persigue a los comandos de Chavín de Huántar; se destroza la vida de los marinos que reprimieron el motín terrorista del Frontón; deliberadamente se le ha quitado autoridad durante los patrullajes en la pandemia; se recortan presupuestos de
Defensa; se abandonan sus hospitales; se amenazan las pensiones de los retirados; se les humilla con la estupidez de los mandiles rosados; y, encima, sus mandos se han plegado al golpismo.
Jamás se ha honrado desde el gobierno a los caídos en el Vraem, ni se ha dado a oficiales y tropa el reconocimiento que merecen. Solo se manipula políticamente a mandos que las instituciones desprecian estoicamente.
En este contexto afectar la memoria de Grau era un logro máximo,como acaba de serlo la estupidez del municipio de Miraflores de celebrar a Chile en el campo de los caídos en enero de 1881.
Pero la ciudadanía, liderada por quienes defendemos los valores republicanos, ha puesto el pare. Ningún dictador de pacotilla, ninguna policía política y ningún puñado de generales repudiados va a mancillar a la Marina de Guerra ni a las Fuerzas Armadas. Nuestra lucha no es nueva, ya se ha demostrado a lo largo de la historia republicana.
