Gratitud
Todas las personas, independientemente de dónde se encuentren, desean ser felices; por la felicidad hacemos todo y soportamos todo, no conozco ninguna persona que no quiera ser feliz; pero, cada persona tiene su propia concepción de su felicidad, sin embargo, compartimos el deseo de ser felices.
Existe una conexión entre la felicidad y el agradecimiento, pero no es la felicidad la que nos hace ser agradecidos, sino es el agradecimiento lo que hace feliz a una persona; somos agradecidos cuando recibimos algo valioso, es algo que surge de forma espontánea; por ejemplo, cada instante de nuestra vida es un regalo, si no lo aprovechamos, recibimos otro y así sucesivamente; aprovechar las oportunidades que la vida nos otorga es la clave de nuestra felicidad; es decir, tenemos en nuestras manos la llave de una vida feliz.
Es obvio que no podemos estar agradecidos por todo; por ejemplo, no se puede agradecer la violencia por la guerra, por la explotación o por la opresión, resulta imposible agradecer la pérdida de un ser querido; de vez en cuando afrontamos situaciones difíciles, lo cual constituye una oportunidad para aprender algo nuevo, aunque doloroso; en el caso de la lucha por la paz se requiere mucha paciencia, ya sea para defender nuestra convicción u opinión, son oportunidades que se nos presentan y debemos aprovechar, si fallamos tendremos otra oportunidad y siempre la tendremos.
A veces es necesario detenernos para fijarnos en todo lo que tenemos y lo afortunados que somos; en mi caso, cuento con agua potable y electricidad, sabiendo que hay personas que no cuentan con dichos servicios; simplemente al ser algo cotidiano, no nos percatamos de lo mucho que tenemos, solo disfrutamos de lo que se nos da.
Así como nosotros recibimos infinidad de oportunidades, debemos ser capaces de dar oportunidades a los demás; estoy seguro de que nada nos hará más felices que lograr la felicidad de los demás; es necesario desplegar nuestra creatividad, podemos cambiar el mundo con una simple palabra: “gracias”, repitámosla las veces que sea necesario.
Ser agradecido nos lleva a dejar de lado el miedo, al dejar el miedo desterramos la violencia; disfrutemos de las diferencias que tenemos entre unos y otros, respetémonos entre nosotros, cambiemos la estructura de poder en la que vivimos; no estoy hablando de igualdad, sino de trato igualitario, el mundo de hoy ya no tiene forma de pirámide, tiene forma de red; ya no se trata de voltear la pirámide, se trata de hacer que la red llegue hasta los grupos más pequeños, haciendo que interactúen entre ellos, haciendo del mundo un mundo agradecido.
Un mundo agradecido estará compuesto por gente alegre; sabemos que las personas agradecidas son personas alegres, mientras más personas alegres tengamos, iremos contribuyendo a un mundo alegre. Las redes de ahora tienen que estar integradas por personas agradecidas; si cada persona agradecida encendiera una vela, iluminaríamos el planeta; cada vez estamos tomando conciencia de que un mundo agradecido es un mundo feliz; en lo individual, detengámonos un momento y observemos todo lo que tenemos y las oportunidades que se nos presentan a cada instante; nada nos cuesta tratar de transformar el mundo y convertirlo en un lugar feliz.
Espero haber llamado tu atención y despertado en ti el deseo de agradecer por todo lo que tenemos. ¡Gracias por leerme!
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