Gestión que envejece rápido

El presidente Pedro Castillo lleva escasos ocho días de haber asumido las riendas del país, pero pareciera haber transcurrido años de gestión, debido principalmente a polémicas designaciones en altos cargos dentro del aparato estatal, al no haberse hecho pública la agenda presidencial ni el Registro de Visitas del 28 de julio al 1 de agosto, como consecuencia de despacharse fuera del domicilio legal que es Palacio de Gobierno (artículo 3 del D.S. N° 077-2016-PCM), por el trato esquivo con la prensa a la que no se le permite cubrir in situ los actos oficiales del Ejecutivo, privilegio reservado hasta el momento al canal del Estado (TVPerú).
¿Que una nueva administración toma su tiempo en afiatarse?, es cierto, pero quienes postularon en estas elecciones generales sabían perfectamente de la crisis sanitaria que atraviesa el país por el Covid-19, de lo crítica de nuestra situación económica y que las demandas sociales no le darían tregua al nuevo Gobierno, no habría luna de miel como se estila en estos casos. En tal sentido, no habiendo tiempo que perder es que el Ejecutivo debe incorporar a la administración pública a los mejores cuadros técnicos “con formación académica, habilidades y experiencia como servidor público”, como bien lo ha dejado sentado en un comunicado SERVIR (Autoridad Nacional del Servicio Civil), a propósito de las designaciones en el Estado. Los titulares de cada sector pueden ser de perfil “político”, pero están llamados a rodearse de buenos asesores, personas honestas con basto conocimiento y práctica en gestión pública, a fin de no perjudicar los intereses del país.
En su primera conferencia de prensa el premier Guido Bellido, a una consulta de la prensa sobre un aparente copamiento de los cargos de confianza por militantes de Perú Libre, muchos de ellos sin el perfil para el puesto, éste respondió: “Usted se olvida qué partido ha ganado las elecciones, si hay personas que participan (del Gobierno) es porque han hecho posible los resultados de las elecciones”; pero en este extremo el primer ministro no debe olvidar que una gestión gubernamental se debe a los más de 33 millones de peruanos y no sólo al partido político por el cual candidateó el profesor Pedro Castillo y que ganó por una apretada diferencia de 44263 votos.
Hasta aquí, todo es subsanable presidente Castillo, sea receptivo a la crítica, a los consejos y exhortaciones de entidades de respeto como la Defensoría del Pueblo, la Contraloría General y SERVIR, este último además señala tener 517 profesionales debidamente calificados que pueden contribuir a la actual gestión. No se cierre presidente, usted ha hecho un llamado en las últimas horas a la unidad de todos los peruanos para “superar las diferencias” y “avanzar en paz”, pero eso no será posible si se genera desconfianza, sino se transparentan los actos de gobierno, si no se quiere una prensa inquisitiva o de investigación. Gobierne de puertas abiertas, depende de usted.

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