Genocidio blanco en Sudáfrica
La gran prensa y las organizaciones internacionales, capturadas por el progresismo, ocultan que Sudáfrica es escenario de un genocidio contra los granjeros blancos (Boers), minimizándola como una ‘teoría de la conspiración’. Pero las atrocidades contra los descendientes de holandeses, franceses e ingleses son reales. La ong Genocide Watch, indica que Sudáfrica está en el puesto 9 sobre 10, a punto de un gran genocidio.
Sudáfrica nació en 1652 con la llegada de los primeros holandeses. Conocida por la calidad de sus vinos y variedad de frutas cultivadas en los valles cercanos a Cape Town, su éxito económico es resultado del arduo trabajo de siglos realizado por los Boers, convirtiendo extensas tierras en espacios productivos. Los blancos representan el 8% de la población, pero son el mayor motor económico del país.
Al finalizar el injusto Apartheid y con el arribo al poder del Mandela, nació el sueño del país integrado, origen del lema “un hombre, un voto” que el comunista Julius Malema, del partido Economic Freedom Fighters (EFF), mutó en “un campesino una bala”, incitando la violencia étnica.
Los últimos gobiernos iniciaron un proyecto de expropiación, promoviendo ataques a las granjas, asesinatos Boers y desplazamientos. Sólo Australia ha ofrecido recibirlos y darles tierras para que se asienten si huyen del país donde vivieron por varias generaciones. La indiferencia global es escalofriante.
Elon Musk, el hombre más rico del mundo, sabe bien lo que pasa pues su familia emigró a los Estados Unidos por la creciente violencia. Ha denunciado al comunista Malema de incitar “al genocidio de los blancos en Sudáfrica”. Así lo escribió en X (antes Twitter) en una publicación que se viralizó. Musk, nacido en Pretoria, etiquetó al presidente Cyril Ramaphosa, del partido de gobierno, Congreso Nacional Africano (ANC) preguntándole por qué callaba. La oposición Alianza Democrática (DA), interpuso una queja contra Malema ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
La economía sudafricana se desmorona, la esperanza de vida cayó de 64 a 56 años, el desempleo aumenta y la corrupción se enquistó en todos los niveles de gobierno y Johannesburgo, otrora un importante centro de negocios, vive a oscuras con apenas cuatro horas de energía diarias.
En 2015 un centenar de campesinos blancos fueron asesinados y los crímenes escalaron. En su momento el presidente Donald Trump, pidió a su secretario de Estado, Mike Pompeo, estudiar “la expropiación de tierras y granjas” y “el asesinato a gran escala de agricultores”. Lo hizo cuando se discutía legitimar el hurto de tierras en la Constitución sudafricana.
Los políticos progre y socialistas aprovechan los viejos conflictos étnicos para educar en el odio: el hombre blanco es violador, asesino y conspira contra la población negra. ¡Falso!
Más de cincuenta mil Boers han sido desplazados a alguno de los “guetos blancos”. El país será el Haití del siglo XXI, mientras Malema prepara una masacre total de blancos.
La corrección política victimiza a todas las etnias no blancas, inclusive a los terroristas palestinos de Hamás. ¡Vaya periodismo!
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