ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

“Género” en la declaración y plataforma de acción de Beijing (i)

Fecha Publicación: 17/06/2019 - 22:00
Escucha esta nota

Hace una semana fui convocada por la Comisión de Educación, Juventud y Deporte del Congreso de la República, que viene investigando,  con facultades de comisión investigadora, distintos aspectos en relación a los materiales de educación básica elaborados por el ministerio de Educación, materiales que  se comprobó estaban infectados con referencias y fuentes impropias, incluso pornográficas, en todo caso indudablemente dañinas para la formación y desarrollo integral del educando.

Fui convocada a la comisión congresal en razón de haber presidido la delegación oficial peruana ante la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing, República Popular China, del  04 al 15 de setiembre de 1995, conforme a la Resolución Suprema N° 372-95-RE. Designación que obviamente recayó en mí en tanto un mes antes me había convertido en la primera mujer en presidir el Parlamento peruano, luego de acceder a una curul para el período parlamentario 1995-2000, con la votación preferencial más alta. Decididamente “no se enciende un candil para ponerlo dentro de una vasija…”.

Se me pidió referirme específicamente a las reservas formuladas por la delegación del Perú en cuanto a “género” y “salud reproductiva”.

Si bien gozo de particular buena memoria, más aún si se trata de hechos de trascendencia, la convocatoria sirvió para revisar nuevamente mis notas, documentos y agudizar el recuerdo y poder señalar, como lo hice, que se trató de una labor intensa, donde no cabía distracción alguna pues eran muy potentes y claros los esfuerzos de muchos países y ongs -que pese a tener un foro paralelo al de los Estados- influían o  pretendían influir en las delegaciones oficiales. Era fácil advertir que se buscaba darle a la salud reproductiva el mayor protagonismo en el tema de la mujer, y convertir el aborto en símbolo de su empoderamiento, pese a que formalmente   -quizás para desilusión de algunos- la  Conferencia sobre Población y Desarrollo del Cairo, en 1994, lo había proscrito como método de planificación familiar.

Los promotores del aborto y de la llamada ideología de género, aquella que pretende desconocer la diferenciación biológica natural impresa en cada célula humana de mujeres y hombres y el rol, también biológicamente diferenciado pero complementario, en la generación de vida,  quieren justificar en Beijing 1995 el uso del vocablo “género” como algo distinto o ajeno a sexo femenino o masculino.

Nada en los textos aprobados en Beijing sustenta tal ideología, por el contrario  refuerza que el tema de fondo fue “igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres”.