Futuro en la tradición

Este podría ser el lema de la propuesta de trabajo y creación que durante más de veinte años Cristina Gutiérrez ha estudiado, investigado, vivido y puesto en acción como instrumento de desarrollo y mejora de calidad de vida de los artesanos que mantienen vigentes y en uso las ancestrales técnicas textiles peruanas.

Técnicas que en su búsqueda podemos llegar hasta los nómades que en el norte domesticaron el algodón nativo; al telar de cintura, creación Chavín que Cristina llama “la primera tecnología” y señala como fundamento “de la expansión de su poder religioso y político”; la recepción e incorporación de técnicas y aportes que generan valiosos mestizajes. Tenemos a Cristina en Crónicas con ayuda de Niumi Salinas y por la reciente inauguración de Ruraq Maki, gran exposición de artesanía tradicional contemporánea que desde 2007 lleva adelante el Ministerio de Cultura.

La tomamos como referente por la cercanía de los propósitos que animan a ésta y nuestro personaje. Encontrar en el pasado vivo la respuesta a las necesidades de una sociedad en cambio que, con y sin conciencia, borra, destruye y olvida su herencia histórica y cultural. Herencia que ella y Ruraq Maki ponen en relieve considerándola capital de trabajo.

Nos recibe en su departamento, ha dispuesto para nuestro conocimiento una pequeña serie de prendas diseñadas por ella, trabajadas con telas producidas por artesanas de la Asociación Cultural Textil del Perú, con la fina técnica del telar de San Miguel de Pallaques, Cajamarca, usando algodón Pima, el color dado por tintes naturales. La Asociación Cultural Textil del Perú, es creación suya de la que son partícipes artesanas de Puno, Huancavelica, Cajamarca.

Tiene Cristina esa energía de la convicción que imprime vigor a su tarea que no pretende la inmovilidad del legado preservado en urna, sino precisamente lo contrario, tenerlo como motor, fuerza de trabajo en un mundo globalizado que va anulando personalidad y carácter. Habla de “un tema difícil”, la alpaca natural sin decoloración, su hilado a mano; el incorporarse al mundo de la moda con el material producido en cantidad intermedia en el que se pone en función la precisa receta de tiempo, productividad y calidad, sello que tiene el proceso y acabado de las telas que usará para las prendas que diseña. La cómoda chaqueta que viste esa tarde es una de ellas.

Cristina Gutiérrez nació en San Pedro de Lloc, es licenciada en Lengua y Literatura por la Universidad Católica; durante quince años con treinta operarios pusieron en mercado Kris una exitosa línea de carteras. Es madre de Blas Isasi, pintor egresado en la facultad de Arte y Diseño de la PUC, con maestría en la especialidad de escultura en la Universidad de Tulane, Estados Unidos, y residencias en la Jan van Eyck Academie y en Braunchweig Projects, Alemania.

Ha publicado “Del ritual a la moda, la textilería peruana en el mercado global” y “De lo sagrado a lo profano, textil y moda en el Perú”, 2009; “Lambayeque, algodón nativo y artesanía textil”, 2016. El Fondo Editorial del Congreso, dirigido por Carlos Cabanillas, a principios del 2021 puso en circulación “Mapa Etnográfico del Textil Artesanal en el Perú”. Importante volumen con sus investigaciones de campo recogidas a lo ancho y largo del Perú; una amplia colección fotográfica ilustra la obra. Tiene en preparación un nuevo título, “El poncho del Libertador”, son protagonistas San Martín y Bolívar, y esta prenda a la que llama “universal” y regresa a su postulado, el futuro está en la historia y la herencia de nuestros antepasados.

Nos despedirnos de Cristina. Salimos sabiendo que conocimos a una mujer peruana con decisión de trabajo y cooperación.

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