Fujimori candidato
El fujimorismo ha movido sus fichas con mucha anticipación: Alberto postulará a la presidencia en 2026, y Keiko irá probablemente al Senado.
Con esto las candidaturas –que pueden llegar al disparate de 40– en gran medida se polarizarán en torno al viejo león de la década del 90, reabriendo las heridas del período subversivo y la derrota militar del comunismo.
En particular las izquierdas marxista y caviar ya advierten una radicalización profunda pero con un problema singular: durante décadas caló el No a Keiko, pero no ocurre lo mismo con el ingeniero Fujimori, quien es percibido como un personaje mítico y de potencial votación muy alta porque presuntamente sería un salvador del país sobre todo en las áreas económica y de seguridad ciudadana. Además parece ser el único candidato de centro derecha capaz de dar batalla en el sur andino convertido en feudo rojo.
En el Congreso actual el anuncio es también una bomba de efecto retardado. En teoría la presidencia de la mesa directiva le correspondería a Fuerza Popular, pero la candidatura presidencial de Fujimori reacomoda la correlación de fuerzas y le abre la posibilidad tanto a Avanza País como a una reiteración de APP con apoyo parcial de las izquierdas. Cuestión crucial porque la nueva directiva deberá abocarse a supervisar los comicios generales.
Pero las dudas surgen en torno a las capacidades de liderazgo y como candidato de Alberto Fujimori. Está lúcido, tiene ganas de meterse en la campaña y encabeza al núcleo duro del albertismo, cualitativamente mayor al keikismo, pese a que ha trabajado 30 años consolidando el partido en medio de una persecución política brutal que llevó a Keiko tres veces a carcelería injusta; y ahora afronta la farsa de un juicio oral.
¿Podrá Alberto afrontar la lucha estando enfermo de cáncer, con un implante de cadera y una prognosis de vida desalentadora que implicaría llegar al gobierno a los 88 años y terminar a los 93?
¿Y podrá realmente postular legalmente? Personalmente adhiero a lo explicado por el maestro Ernesto Blume: “Soy de opinión de que no está en posibilidad de postular porque el indulto le ha perdonado el cumplimiento del resto de la pena que se encontraba pendiente, ya sea por razones humanitarias, pero no ha eliminado su responsabilidad penal, ni el mismo carácter de la condena; por tanto, se encuentra en curso de impedimentos para postular”. Ya veremos qué dice el JNE.
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