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Fiscalía entreguista, gobierno cómplice

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Fecha Publicación: 20/06/2019 - 22:20
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Hagamos un ejercicio hipotético. El Gobierno quería concentrar el lodo de la corrupción en el fujimorismo y el Apra. Igualmente estaba interesado en blindar a las corruptoras Odebrecht, OAS, Andrade Gutierrez, etc., como a sus consorciadas locales Graña y Montero, ICCGSA, etc. En este escenario, Palacio comulgaba con las expectativas del ex fiscal de la Nación Pablo Sánchez, su heredera, Zoraida Ávalos, y los ejecutores mediáticos del Ministerio Público Rafael Vela Barba y Domingo Pérez. De otro lado los grupos periodísticos El Comercio y La República necesitaban salvar los muebles del incendio Odebrecht. Había un escollo. Toledo fue finalmente el ejecutor del traspaso a título gratuito del canal 4 a los grupos El Comercio y a La República. Traspaso sujeto a que El Comercio no siga amenazando al entonces presidente Toledo. ¡Llegó a ponerlo al borde del Impeachment! ¿Recuerdan? Pero todavía se desconocían las corruptelas entre Toledo y la fraudulenta Odebrecht. ¡El tiempo se encargaría de comprobarlo a finales de 2016! Para entonces, la estrategia de blindar a Toledo necesitaba sellarse. Faltaba estudiar la manera de hacerlo. Lo primero que había que hacer era proteger al ex mandatario. ¡Sabía demasiado! Si revelase cómo les entregó Canal 4 a estos dos grupos mediáticos, ambos medios no solo se vendrían abajo sino que sus directivos acabarían en los penales durante décadas, aparte del vómito negro que necesitarían desembolsar tanto para resarcir al Fisco peruano como los expropietarios del canal. Entonces –enero 2017, seis meses después de que Pedro Pablo Kuczynski accediese al sillón presidencial– subrepticiamente Toledo fugaría del Perú. Sin duda apoyado por el presidente PPK. Migraciones se hizo de la vista gorda y la Fiscalía de la Nación se “olvidó” de avisarle a la Policía la urgentísima necesidad de resguardar al ex mandatario. Ya puesto a salvo Toledo, ambos grupos mediáticos se arrodillarían ante el oficialismo y el Ministerio Público convirtiéndose en reverendos perros mastines del gobierno PPK/Vizcarra y de la Fiscalía manipulada por Sánchez, Ávalos, Vela y Pérez.

No obstante aún faltaba resolver la “ayuda” para las constructoras mafiosas brasileñas y sus consorciadas locales. ¡Fácil! La Fiscalía se encargaría de que todas continúen contratando obras con el Estado peruano “para que puedan pagar la indemnización”. También firmaría fariseos pactos de colaboración, que sólo abarcarían cuatro obras. No las cuarenta y tantas realizadas por Odebrecht. Así la exoneraría delictivamente de millones de dólares por reparación civil. Pero había que batallar contra el tiempo. Odebrecht estaba al borde de la quiebra. ¡No pasa nada! En tiempo récord Vela Barba y Pérez producirían un acuerdo tramposo con Odebrecht. Ambos apuraron el paso y santificaron un pacto traicionero para el Perú y beneficioso para Odebrecht. ¡Pero el Poder Judicial necesitaría convalidarlo! Así es que, un día antes de que Odebrecht se declarase en bancarrota, una incalificable juez, María Álvarez Camacho, lo aprobaría escasamente horas antes del crac oficial. ¡Servidos, señoritos de Odebrecht y sus consorciadas peruanas!, gritarían finalmente felices el presidente Martín Vizcarra y los fiscalillos Vela Barba y Pérez. Toda semejanza con la realidad es mera casualidad.