Firmas falsas y números electorales que no cuadran

Las elecciones del 2026 nacen manchadas, varios partidos en carrera han utilizado firmas falsas para inscribirse. Eso los ilegitima y exige una investigación profunda en el Reniec, órgano que nuevamente ha perdido la confianza ciudadana después de haber sido sindicado como una de las fuentes del fraude en 2021.
Hay cuestiones extremadamente raras: la población total del Perú al año 2024 se estima en 34,04 millones de habitantes (INE); sin embargo, según Reniec 36 891 657 peruanos cuentan con DNI registrados. ¿Cómo se explica la diferencia? Luego, 27 474 621 personas conforman la población electoral a día de hoy; y el número necesario de electores para inscribir una organización política es de 531 412. Eso significa que, para inscribir a los 43 partidos, un total de 22 850 716 ciudadanos tendrían que haber adherido a una casa electoral, lo cual es inverosímil en un país sin tradición institucional y donde el desinterés por la política es altísimo.
Definitivamente las cifras no cuadran, como tampoco encajan los padrones presentados para la inscripción. Por eso tiene toda lógica la denuncia de que existen “fábricas” de falsificación de firmas y que los registros oficiales o son inescrupulosos o simplemente están fraguados.
En general, según denuncia periodística, en los últimos tres años y entre todos los partidos y movimientos regionales se registraron 238 335 firmas descartadas por visibles indicios de falsificación. En este contexto se ha especificado que Ciudadanos por el Perú, encabezado por el hermanísimo Nicanor Boluarte, ha presentado 2 000 firmas falsas. Primero la Gente, de Miguel del Castillo, 4 039. Voces del Pueblo, de Guillermo Bermejo, está bajo investigación por el mismo delito. Y Perú Primero, del lagarto Martín Vizcarra, ha falsificado 5 000 firmas. Otras organizaciones como el PPC, Perú Patria Segura, Nueva Gente, Educa, Emprende e Innova Perú y Unidad y Paz también están denunciadas.
La investigación recién comienza. Falta escrutar a todos los partidos porque, a partir de lo ocurrido en las anteriores elecciones, todo hace suponer que la magnitud de las falsificaciones podría ser muchísimo mayor; a lo cual se suma la denuncia sobre existencia de padrones desactualizados de Reniec donde, por ejemplo, figuran como activos ciudadanos muertos.
¿Qué hacer? Lo lógico sería sancionar a los partidos con firmas falsificadas, inhabilitándolos para que participen en 2026; además, sus dirigentes deberían ser investigados por la fiscalía. Pero además se tendría que intervenir al Reniec, cuya cabeza ya ha sido largamente cuestionada desde las elecciones anteriores.

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