Final del juego
La mayoría de los peruanos está expectante de que Pedro Castillo deje de una vez por todas el poder, y sea juzgado y condenado. Es un clamor popular al cual se han unido incluso quienes equivocadamente votaron por el profesor mentiroso y trafero. Que la gente de la izquierda progresista reconozca su error coadyuva a que salga de Palacio muy pronto. El razonamiento: “a Keiko la conocemos, de Castillo tenemos dudas” se basa en el odio y en el prejuicio. Similar a: “primero los chilenos que Piérola”, que expresa el talante de un sector político en esa época.
Las pruebas contra Castillo eran clarísimas, el dinero para la campaña de Perú Libre (PL) venía del VRAEM. Vladimir Cerrón y su círculo tenían denuncias por corrupción. Además, el candidato estaba ligado a Sendero Luminoso (SL) y aún tiene vínculos, como lo indican los nombramientos de ministros y subprefectos vinculados a Movadef-Sendero y el reconocimiento de un gremio magisterial radical.
No hay que olvidarlo, aunque hoy la urgencia es que se vaya Castillo, y ya. El desagüe de la corrupción es contundente y habrá más. ¿Qué lo detiene? La Fiscalía y los congresistas comprados por el mandatario. Están identificados, pero no es fácil sacarlos del Congreso. Cosas de la democracia boba. La Fiscalía no ayuda. Karla Zecenarro, fiscal competente del caso Villaverde, no pide la libertad para este importante colaborador de la justicia. Como el hermano de la jurista fue ascendido a jefe de asesores del MEF –altamente sospechoso–, Bruno Pacheco pide que deje el caso.
Su dilación atraca la destitución de Castillo. También que la Fiscalía no acelere la investigación sobre plagio en la tesis del mandatario y su esposa, la poderosa y ‘solapa’ Lilia Paredes. La propia universidad ya confirmó la deshonestidad y el delito. La congresista Norma Yarrow ha pedido a la UGEL Cajamarca información sobre Castillo. Preguntas como: ¿tuvo licencia laboral cuando no pertenecía a un sindicato reconocido legalmente? y otras serán aclaradas.
Es fácil observar que Castillo está asesorado y entrenado. Pese a renunciar a PL, el apoyo cubano, a través de su embajador, parece ser una realidad. Se nota en el nuevo ofrecimiento de bonos por doquier para adormecer a los más pobres. El ministro de Economía es complaciente. También los costosos paseos de Castillo como saltaperico por las regiones, dirigiéndose a los más pobres. Pero ni los cubanos lo salvan porque lo pifian donde va. Su mayor enemigo es él, no tiene altura para ser gobernante. Lo confirma al lanzar baboserías como: “Soy agricultor. Mi padre nos enseñó que el pan se come con el sudor de la frente, ustedes saben que no hay mejor abono que el sudor del hombre”. Plof. No va ni a la esquina.
Castillo huye de la prensa, no absuelve ni una pregunta sobre la corrupción ni sobre sus mentiras groseras. Pero la prensa es sufrida para el castigo. Publica las actividades del gobernante, aguantando el maltrato diario. Debería acordar no divulgar sus visitas al interior. Solo difundir las boberas, que son muchas, que lanza. Así lo pintaría de cuerpo entero.
El corrupto caerá. Para ello es indispensable que la oposición mantenga la mesa directiva del Congreso. El país lo exige, esperemos que lo hayan entendido. Tengamos el ojo vigilante sobre las FF.AA.
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