Fin de año, con deseos de ventura

Ha transcurrido el año con vivencias, no sólo en nuestra patria, con calamidad en la salud y en buen vivir, con gran dolor, sufrimiento, incertidumbre y preocupación en cada persona y en la colectividad. No sólo nos ha azotado la pandemia mundial sino la incertidumbre política; se han cerrado centros de trabajo generando informalidad y pobreza y aún no se vislumbra solución positiva a los esenciales problemas nacionales.

Ni el resultado electoral nos ha traído tranquilidad sino duda camino a la pérdida de toda confianza. No se puede ignorar la angustia y la inseguridad social. Podría afirmarse que el 2021 ha sido de escepticismo.

Diciembre no solamente es el último mes sino el tiempo en que está la Navidad y viene el nuevo año. Navidad no sólo es una emotiva fiesta anual de amor familiar y colectivo sino que no da oportunidad de conquistar emociones positivas, alegría y la ilusión del fin de la tristeza y frustración. Para el nuevo año deseamos la terminación de las incertidumbres socio políticas y económicas camino al bienestar nacional y por ende de todos los peruanos.

Ambicionamos inversiones de empresarios nacionales y extranjeros, que se revierta la fuga de capitales y la reapertura de centros de trabajo y la necesidad de puestos de trabajo; todos contribuyendo al desarrollo y consolidación económica y social del país generando la oportunidad combatir la pobreza e informalidad y el bienestar de las familias.

Es nuestra esperanza nacional que los políticos electos reaccionen ante los graves problemas que afronta la Nación cesando las confrontaciones. Que cumplan las leyes y promulguen nuevas que garanticen la estabilidad económica en la actividad pública y privada.

Necesitamos no sólo que se respete el derecho ciudadano a la salud, educación, trabajo, seguridad ciudadana, sino que en los poderes del Estado sus servidores retornen al trabajo permanente para atender con eficacia sus deberes y el servicio a la comunidad. En este nuevo año que terminen las dilaciones.

La Navidad, además de noche de paz y de amor, no está dando la oportunidad de cambiar positivamente. Las autoridades del Ejecutivo, Legislativo y Judicial no solamente deben ser honestas sino productivas ante las necesidades de todos los peruanos cumpliendo sus deberes –y obligaciones– sin dilatar las soluciones.

Que en el nuevo año, al brindarnos servicios eficientes, nos darán noches de paz y permanente felicidad, incluso para ellos que con ello pasarían a recuerdo de generaciones por venir.

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