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Felipe Pardo y Aliaga y el regeneracionismo

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Fecha Publicación: 26/04/2025 - 21:31
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Don Felipe Pardo y Aliaga (1806-1868) nació en Lima, pero estudio en España con el famoso académico Alberto Lista. De regreso en Lima fue el discípulo predilecto de Jose Maria de Pando. Es generalmente reconocido como un destacado literato, pero de su abundante obra como pensador político se ha escrito muy. Excepciones las tesis de Raúl Zamalloa Armijo (1964) y la más reciente de Alonso Campos Zevallos (2018).
Después de ser difusor del ideario de Pando entre 188 y 1834 vemos decantarse el pensamiento político del propio Pardo y Aliaga que tiene dos épocas importantes, la primera de 1835 a 1839 tiempo en el que afirmaba (En el Voto Nacional N. 91 del 28-II-1835): “Nosotros a lo menos estamos persuadidos, de que una dictadura ejercida por un jefe ilustrado es el único medio de salvación que le queda al Perú. Solo un dictador puede remover los estorbos casi invencibles que paralizan la marcha del gobierno; solo él puede operar las reformas importantes que necesita el país; solo él puede desobstruir los canales de la riqueza pública, asegurar la tranquilidad del interior, refrenar la ambición de los aspirantes y choque de los partidos, solo un dictador puede hacer al Perú respetable en lo exterior y reintegrarlo al rango de nación de que ha decaído…”
En esta etapa también fue difusor del conservatismo costeño oponiéndose abiertamente al conservatismo andino de la Confederación Perú-Boliviana y, como señala Jose de la Riva Agüero (1883-1944), en su ancianidad se arrepintió de aquellas acciones al grado que se le oía constantemente repetir: “…ojalá me arrepintiera tan profundamente de mis pecados como me arrepiento de haber combatido a Santa Cruz”
Su segunda etapa comienza a partir de 1840 cuando el general Manuel Ignacio Vivanco proclama su proyecto llamado “La Regeneración” el cual defiende Pardo como redactor del periódico La Guardia Nacional y colabora con este gobernante como secretario de asuntos exteriores en su régimen llamado el Directorio (1843-1844).
Raúl Zamalloa nos dice sobre el pensamiento del Directorio expresado en periódico “La Guardia Nacional”. Para Pardo: “la democracia no es aplicable al Perú y no ha funcionado en ningún momento. Su introducción es el gran error de los llamados liberales producido porque en vez de tomar a Inglaterra como ejemplo prefirieron mirar a los Estados y escuchar a Francia. La Guardia Nacional es antidemocrática. (…) La solución que se postula es la del gobierno de los capaces, probablemente dentro del marco de una república censitaria y autoritaria similar a la que quisiera hacer Santa Cruz, con miras a una posible evolución hacia la monarquía”
Si bien a partir de 1849 la salud de Pardo y Aliaga se fue debilitando al grado de recluirlo en una silla de ruedas el siguió escribiendo, en las elecciones de 1851 apoyo al partido vivanquista y tras la grave coyuntura política que siguió a la revolución liberal de 1854 público un proyecto de constitución política que vino a resumir las líneas maestras de su pensamiento político.
Finalmente, en 1859, próxima a discutirse una nueva carta magna, redacto su notable constitución en versos satíricos en la que podemos leer: “Yo a un buen Ejecutivo le diría, Por toda atribución: coge un garrote, Y cuidando sin vil hipocresía, Que tu celo ejemplar el mundo note, Tu justicia, honradez y economía, Y que nadie esté ocioso, ni alborote; Haz al pueblo el mejor de los regalos: Dale cultura y bienestar a palos.”

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