Falta de reflejos
Durante el sábado, día en que murió Abimael Guzmán, las redes sociales reventaron con escritos de rechazo al terrorismo y eso está bien. Pero además se hicieron sentir aquellos que no creían que Abimael Guzmán había muerto. Publiqué un tuit para llamar la atención de los parlamentarios para que, con la participación de la Fiscalía de la Nación, se apersonen a la Base Naval del Callao y corroboren la noticia de la muerte del máximo genocida de la historia de nuestro país.
No es que los parlamentarios sean forenses, pero ellos representan a millones de personas que no pueden hacer lo que ellos sí pueden dado los poderes que la Constitución les otorga para realizar la función de representación. Los parlamentarios pueden ir al penal para indagar ante las autoridades sobre diversos hechos y circunstancias ocurridas en el deceso de Guzmán y luego informar a la ciudadanía sobre lo que oyeron y vieron.
Esperé reacciones concretas y tangibles de los parlamentarios, sin embargo, lo que abundaban eran las entrevistas en los medios de comunicación y mensajes en Twitter.
¿Por qué la falta de reflejos del Congreso? ¿Por qué no se activaron las autoridades del Parlamento para crear una comisión multipartidaria para visitar las instalaciones de la Base Naval? ¿Por qué no hubo un pronunciamiento del Parlamento ante las dudas manifestadas por un gran porcentaje de la población?
No se trata solamente de realizar una visita de indagación, de lo que se trata es de política y que el Congreso no esté fuera del “foco” ante la muerte del más alto líder de Sendero Luminoso y que la población sienta que el Parlamento está atento y preocupado por dichos acontecimientos.
El político debe saber usar los espacios generados por las normas y las formas para hacer su trabajo y transmitir los mensajes hacia los segmentos y, en este caso, a la población que esperaba con urgencia saber si la noticia era cierta.
Escribo esta columna de opinión el sábado por la noche y ya he visto algunos oficios de parlamentarios pidiendo explicaciones a las autoridades, pero espero que mañana domingo los parlamentarios tomen una actitud más tangible con sus electores y realicen con eficacia su labor de representación.
Los reflejos son vitales en la política ya que los espacios o vacíos podrían generar percepciones de debilidad, temor, carencia de conocimientos o prudencia. Tendremos seguramente en la semana alguna explicación.
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