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Fallida apuesta política del sector empresarial

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Fecha Publicación: 16/11/2020 - 20:20
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Los gremios empresariales son interlocutores a nombre de sus agremiados, no solo a nivel técnico con las dependencias administrativas de las instituciones estatales, sino también con el más alto nivel de la clase política, tanto del Ejecutivo como del Legislativo. Proponen y debaten sobre iniciativas normativas y legislativas, como tal, tienen que tener la visión y perspicacia de la coyuntura y de lo que se avizora en el largo plazo. Lamentablemente en los acontecimientos que se vienen sucediendo han actuado con desatino mayúsculo.

Ante las graves denuncias recaídas sobre Martín Vizcarra, donde no solo había quedado demostrada su actitud de entorpecer la justicia -al estar coordinando con su entorno más cercano tergiversar la verdad en declaraciones ante la Fiscalía-, sino también de ser mendaz consuetudinario, prefirieron apoyar su permanencia en el cargo porque pensaban que podía salvaguardar sus intereses, frasearon en su defensa: “el debido proceso”, confundiendo el ámbito judicial del político. La conveniencia de corto plazo, antes que los principios. Ni siquiera se pusieron a meditar que, ante la carencia de valores, podría ser capaz de cualquier tropelía para sesgar el proceso electoral.

Producida la vacancia, se hicieron los desentendidos de la actuación de canales de televisión y radios, donde activistas que fungen de periodistas, promovieron movilizaciones contra el presidente transitorio Manuel Merino y su premier, Ántero Flores-Aráoz, en cuyo gabinete más de un miembro había transitado por los gremios empresariales. Fueron actores indolentes de la masacre mediática al que fueron sometidos.

El desenlace ha sido inestabilidad perniciosa al desempeño económico, que afectará a todos, empresarios y trabajadores. A la vez, se ha allanado el camino para que en vía rápida se vaya a la conformación de una Asamblea Constituyente, donde la mirada estará puesta en el régimen económico, que tanto han defendido y que con los ánimos exacerbados que se han generado, se puede esperar cualquier cosa en los cambios que se introduzcan.

El desatino en el cálculo político tendrá un costo muy alto para los intereses empresariales y lo veremos muy pronto en las decisiones gubernamentales que se tomen en el futuro.