¡Expulsen al “Gallo” Zamora!

En diciembre de 2022, durante el régimen de Pedro Castillo, Carlos Rafael “El Gallo” Zamora fue acreditado embajador de Cuba en Perú por el funesto excanciller Óscar Maúrtua, sabiendo este que es un alto oficial de la inteligencia castrista que ostenta el rango de coronel de la Dirección de Inteligencia del Ministerio del Interior de Cuba (DI), y se desenvuelve acá como operador político de la revolución cubana y como diplomático.
Zamora es fanático de Evo Morales, y ha sido mencionado en operativos de fraudes electorales en Bolivia, Colombia y Venezuela. Incluyamos Perú, donde el comunista Jorge Luis Salas Arenas, entonces presidente del JNE, le dio el triunfo al corrupto, ágrafo, golpista José Castillo. El sometimiento de Maúrtua determinó el “plácet” para que Zamora opere libremente como espía cubano trajeado de embajador, no obstante haber sido cuestionado por políticos y expertos por su desempeño en operaciones de manifiesta influencia subversiva y política.
Como no podía haber sido de otra manera, Maura Juampere, esposa del “Gallo” Zamora, también es coronel de inteligencia y trabaja junto a él en misiones “estratégicas”.
El exoficial cubano Enrique García advirtió que Zamora representa un riesgo para la democracia peruana “por su absoluto acceso al aparato político del gobierno y gran dominio del espionaje”. A través del Congreso, el legislador Ernesto Bustamante pidió explicaciones a Torre Tagle sobre su acreditación como embajador, alegando que “se trata de un funcionario activo de inteligencia”. Nunca hubo respuesta.
También se conoce que la base operativa de la inteligencia cubana en Perú es una de las más vastas de Latinoamérica, y que Zamora estaría dirigiendo operaciones de subversión en el Perú. Sus agentes funcionan bajo cobertura diplomática, infiltrados en programas de cooperación en salud, educación y cultura, para armar redes de influencia que preparen a jóvenes en Educación Estratégica “para la inteligencia con enfoque ético y legal”.
Hace dos años y medio Zamora se pasea por el Perú cual Pedro por su casa, soliviantando a las poblaciones altoandinas —también a las costeras y selváticas—, llevándoles el claro mensaje de “la sublevación armada como única salida para sus problemas”. Y una forma de amotinar a la gente es desatando la extorsión gremial generalizada —con sus secuelas de pánico entre la ciudadanía—, capaz de paralizar el trabajo a centenares de miles de peruanos amenazados por las mafias criminales que controlan bases fundamentales como el transporte, los mercados, etc., dirigidas por una mente profesional, formada para poner de cabeza a sociedades como la nuestra. Y esa mente sería la del “Gallo” Zamora.
¿Por qué admitimos que un operador de inteligencia cubano labore como embajador, transitando libremente por calles, plazas, en Lima y provincias, generando el caldo de cultivo revolucionario del comunismo sudaca para asentarse definitivamente en nuestra nación? ¿Por qué no ha sido expulsado alias “Gallo” Zamora del Perú, presidenta Boluarte? ¿Qué espera usted? ¿Acaso sus consejeros le dicen lo contrario? ¿Le tiene usted miedo a alias “Gallo” Zamora? ¿Cuál es la razón verdadera por la que este peligro público sigue haciendo lo que quiere en nuestro país?

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