Exportaciones, pasado, presente y futuro
A inicios del actual gobierno, se planteó la meta de superar los US$ 70 mil millones de exportaciones al 2021. Recorrida la mitad del camino, la meta parece difícil de alcanzar. Hago esta cita no con el afán de hacer una crítica, pues como exportadores también nos comprometimos con ese reto, sino asumiendo la responsabilidad que nos corresponde como representantes de los exportadores.
Como protagonistas de la exportación, nos planteamos la pregunta que se hacen todos los empresarios: ¿cuáles son las variables de control que manejamos para tener, cuando menos, la percepción de que podemos llegar a una meta planteada?
A partir de los US$ 36 mil millones exportados en el 2016, llegar a la meta cinco años después implicaba crecer a una tasa anual promedio de 14.2%. En el 2017 crecimos 22.5%. Era casi natural ser más optimistas y creer con más ánimo que antes que la meta era factible.
El año pasado superamos los US$ 47 mil millones, que es una cifra record histórica que debemos resaltar, sobre todo porque se dejó atrás un ciclo negativo que empezó en el 2013 superando el record anterior del 2012 (US$ 46 mil millones), pero en el 2018 solo crecieron 7.5% en promedio, lo que pone en duda lograr la meta de los US$ 70 mil millones al Bicentenario del Perú.
Las proyecciones del Banco Central de Reserva estiman un crecimiento de las exportaciones de 2.9% en el 2019 y de 6.9% en el 2020. En esa línea de proyección, en el 2021 apenas superaríamos los US$ 57 mil millones. El Centro de Investigaciones de Economía y Negocios Globales de ADEX es más optimista y expresó que, siguiendo la tendencia, podemos llegar a los US$ 64 mil millones de exportación.
El fondo del problema sigue siendo el mismo: somos altamente dependientes de la evolución de los precios de los minerales y, en esas condiciones, deberemos seguir prendiéndole velitas a China y orando para que la guerra comercial con Estados Unidos termine.
Distinta sería la figura si las exportaciones no tradicionales tuvieran un mayor peso en la estructura exportadora. Pero, en los últimos 20 años no hemos logrado un cambio sensible en este objetivo estratégico.
Ahora nuestras expectativas están puestas en el Plan Nacional de Competitividad. Mincetur está asumiendo la responsabilidad que le corresponde y esperamos que la coordinación con los demás ministerios responsables de los otros objetivos principales ayude a que podamos ser más dueños de nuestras metas y resultados. Una nueva oferta exportable para un mercado internacional cambiante debe ser la principal línea estratégica del plan de competitividad exportador.