¡Esto no da para más!
Como era de esperarse, acabó fulminado un nuevo llamado al Legislativo para que, esta vez, acabe cuanto antes con esa eufórica estrategia izquierdista que procura consolidar el poderío ilimitado de los caviares, endosándoles finalmente el sistema jurídico nacional para que lo utilicen en su beneficio. ¡Esto es lo que busca la zurda, en su demencia por destrozar la imagen de cualquiera persona que no comulgue con su credo rojo! Prueba de aquello es que, este miércoles, volvió a fracasar el requerimiento del centro derecha nacional para que el Parlamento destituya a todos los integrantes de la Junta Nacional de Justicia (JNJ), antes que estos hicieran lo propio con la, hasta ese momento, Fiscal de la Nación Patricia Benavides. ¡Es decir, fulminarla y reemplazarla por alguien con pensamiento caviar! Esto, en simultáneo a denunciar ante el poder Judicial a los integrantes de la JNJ que siguen arrastrando faltas muy graves contra su estatuto. En rigor, los zurdos estaban confabulando otro escandalete, similar al que orquestaron años atrás cuando dinamitaron al Consejo Nacional de la Magistratura. Aquella vez, la táctica les funcionó (…) ¡En esta ocasión también vencieron! El miércoles la Junta Nacional de Justicia destituyó a la, hasta entonces, Fiscal de la Nación Patricia Benavides. ¡Así, las izquierdas contribuían a ahondar el esperpento jurídico, político, social, moral, económico etc. en que se encuentra nuestra patria! Esto, gracias a que un sujeto apellidado Salas Arenas, comunista de nota, fungió de presidente del Jurado Nacional de Elecciones dándole el triunfo a un enemigo de la patria, representante del extremismo rojo, comunista, como él; neófito en gobernabilidad, leyes, lenguaje, relaciones internacionales, política, economía, etc. Hablamos de Pedro Castillo, quien ocupó la presidencia de la República, pese a que nuestra mayoría ciudadana rechaza el credo comunista. Por fortuna, hace año y medio el Perú logró librarse de tener sine die a un presidente totalitario en el gobierno, gracias al coraje de la entonces Fiscal de la Nación Patricia Benavides, quien investigó e imputó a Pedro Castillo ante el poder Judicial. Esto, a contrapelo de su antecesora, Zoraida Ávalos quien, debido a sus intereses políticos, se opuso a investigar al corrupto, impresentable Martín Vizcarra, así como al ágrafo, golpista y corrupto Castillo. ¡Ávalos camufló a ambos esperpénticos expresidentes, despreciando la Democracia, la ley y la Constitución! ¡Asimismo, la flamante JNJ –de factura caviar– guardó sepulcral silencio! Comportamiento similar tiene Zoraida Ávalos, para quien los intereses izquierdistas están muy por encima de cualquier otra expectativa social, política y/o económica.
Resultado: Perú naufraga en un mar de incertidumbres; su pueblo vive fraccionado y acechado por una corrupción semejante a las Siete Plagas de Egipto; invadido por peligrosísimas bandas extranjeras chantajistas y homicidas; desesperado en medio del hambre que cunde entre una pobreza que se multiplica cada mes; al borde de convertirse en nación insolvente; gobernado por quien fuera la vicepresidenta de Castillo incapaz, como él, en materia de gobernanza y además acorralada tanto por una fiscalía de la Nación y unos jueces absolutamente politizados. ¡Esto no da para más!
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