“Estamos viviendo una insensatez”
Este gobierno es muy peligroso porque se basa en la mentira y el cinismo para seguir empernado al poder. Su manifiesta incapacidad, su absoluta falta de sustento político propio, y su clara entrega al grupo mediático como El Comercio –estrechamente ligado a la corrupción y a la manipulación sicosocial del país, de la mano de aquella versión contemporánea del montesinismo que controlaba a fiscales y jueces, llamada Instituto de Defensa Legal IDL– convierten al régimen Vizcarra en el enemigo público número uno de la democracia y el Estado de Derecho.
Apuntalado por la fuerza corrosiva que ha adoptado la llamada gran prensa –que lo controla todo a base de amedrentar a los ciudadanos promoviéndoles un escándalo público seguido del agravio, la persecución y finalmente el encarcelamiento, apoyada por un “sistema jurídico” chantajeado por la misma todopoderosa camorra mediática de El Comercio, La República, Rpp, Ideele– el presidente Vizcarra actúa como espolón de proa para hacer tabla rasa de las leyes y de los partidos políticos, a favor de un anarquismo planificado que apunta a dinamitar el esquema de nuestra democracia para imponer el pensamiento “modelo”, preámbulo de aquel partido único que propicia la progresía marxista que hoy manda en el Perú. Esta afirmación no es fantasía ni tampoco exageración. Es la verdad que nadie quiere ver. Es la miopía que antecede a las transformaciones revolucionarias, particularmente en países endebles, ineducados y muy maleables como Venezuela. O el propio Perú.
La liberación de tres asesores de la comunidad Fuerabamba es un nuevo campanazo a todo lo anterior. Los fuerabambinos, exaltados por sus asesores, tomaron carreteras y extorsionaron al operador minero de Las Bambas. Delitos flagrantes condenados por las leyes de la República para todo paisano (…) menos para quienes decida Palacio. Como el caso de estos comuneros, con quienes se comprometiera el endeble premier Del Solar firmando un acta para obtener la libertad de esas tres personas procesadas por delitos expresamente penados, a quienes denunciara un fiscal que, seguramente, hasta entonces no estuvo controlado por el foro oficialista que manipula la Fiscalía y la Judicatura.
Según el jurista Enrique Ghersi el sistema de defensa del Estado está derrumbándose.
“Lo que estamos viendo es una insensatez. Porque lo primero que se ha puesto en evidencia es una manipulación política de la justicia, colocando al Estado en una situación de indefensió. (…). Una falta de respeto a la ley, Y eso se ve en gente que está acusada de delitos extorsivos y no les pasa nada (…). Las consecuencias no tardarán en llegar, porque las algaradas al estilo de Las Bambas serán emuladas y repetidas porque ha quedado claro que la ley ya no se respeta (…). Vivimos el deterioro acumulativo del Estado de Derecho durante esta administración que empezó en julio de 2016 y que se agrava en el periodo del presidente Martín Vizcarra (..). Estas medidas son una invitación a la desobediencia generalizada de las leyes. Un atentado directo a la inversión privada trayendo abajo y desmerececiendo el esfuerzo que venían haciendo policías y magistrados”.
