Estados Unidos calienta motores

Evidentemente no se trata de una carrera de autos sino de las elecciones presidenciales norteamericanas que se realizarán el primer martes de noviembre del año 2024. Si cualquier persona observa de cerca la vida política de los Estados Unidos, notará que es un país que vive en una campaña electoral permanente para todo tipo de cargos electivos, desde el más alto hasta modestos regidores municipales. Y para llevar a cabo esa incesante actividad electoral se necesita mucho dinero, de manera que una de las principales labores de los candidatos consiste en levantarlo de todos los sectores interesados en la política de ese país.

En el caso de la candidatura presidencial del partido Demócrata ya los dados están echados, el actual presidente Joe Biden acaba de lanzar su candidatura a la reelección por un periodo adicional de 4 años, en el cual de ser reelecto estaría acompañado de su vicepresidenta Kamala Harris. En este aspecto por la tradición política de los Estados Unidos, si el presidente en ejercicio lanza su candidatura para su reelección es difícil que surja una corriente opositora dentro de su propio partido. En su primera elección del año 2020 Joe Biden dijo que de ser electo solo sería presidente por un periodo de 4 años, pero se nota que le ha tomado gusto al poder.

El problema es que Joe Biden tiene 80 años y nunca se ha dado el caso en los Estados Unidos que un presidente ejerza ese cargo a tan avanzada edad, si bien su compañera de fórmula es 24 años menor. Algunos críticos dicen que Kamala Harris, a su vez política de bastante experiencia, no daría la talla para sucederlo. ¿Es válida esa crítica? No me parece, porque los vicepresidentes si quieren seguir actuando en política, deben mantenerse en la sombra para no opacar al Presidente.

En el partido Republicano han surgido 8 candidatos, el principal de ellos, el expresidente Donald Trump (2017-2021) derrotado por Biden en las elecciones del 2020. Fiel a su estilo, hasta ahora no ha reconocido su derrota. Como despedida organizó un intento de toma del Capitolio, sede el Congreso, presenciada en la televisión por todo el mundo. Sin duda fue un espectáculo lamentable que muchos le siguen reprochando. Trump parece tener una larga bolsa de campaña pero ha sido enjuiciado en diversas causas y condenado en primera instancia por acoso sexual.

Ahora le ha surgido un rival muy peligroso, el gobernador de Florida Ron DeSantis, con un programa político muy parecido pero sin la carga de juicios y delitos que afecta a Trump. Su rival refleja la imagen de un gobernador exitoso, buen padre familia, ciudadano ejemplar en su vida privada, que llevará en la práctica un programa conservador, sin el estigma de acusaciones que lo puedan descalificar ante votantes conservadores.

¿Quién ganará en el lado republicano? Aún no se puede decir ya que la campaña recién empieza. Sin embargo, estamos seguros que la campaña será dura y fuerte y que los candidatos exhibirán toda su agresividad para triunfar.

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