Estado de ineficiencia
El día de ayer, y tal como había sido anunciado, se llevó a cabo nuevamente un paro nacional de transportistas. Muchos micro y medianos empresarios cerraron sus puertas ante posibles actos de violencia, y también muchos de ellos dejaron de producir, con tal de salir a las calles a protestar contra un gobierno cuyas medidas resultan insulsas e insuficientes. Por otro lado, no falta el oportunismo de quienes ven en esta tragedia una gran plataforma para promover sus propios intereses políticos.
Sin embargo, es innegable que toda esta inestabilidad evidencia las ineficaces medidas del gobierno; y en sí, de un Poder Ejecutivo que, hace años atrás, abrió sus fronteras de par en par sin mayor filtro que su afán de solidaridad por los “derechos humanos”. Claro está que existen extranjeros de bien, que agregan valor a nuestro país; pero, asimismo, también la prensa, constantemente, da cuenta de los más sanguinarios y atroces delitos cometidos a manos de delincuentes extranjeros.
Hasta el momento, ha faltado voluntad política para poner en marcha un plan radical contra la inseguridad ciudadana; y aunque sabemos que este problema no es un tema de leyes, sino de gestión, desde el Congreso nos hemos dedicado a presentar proyecto tras proyecto que coadyuve a la solución contra esta crisis. Entre las iniciativas de ley presentadas, especialmente por la Bancada de Renovación Popular, tenemos las siguientes:
i) Ley que sanciona administrativa y penalmente a jueces y fiscales que, a sabiendas, liberan a delincuentes capturados en flagrancia,
ii) Ley que tipifica el delito de terrorismo urbano,
iii) Ley que modifica la Ley de Crimen Organizado; que aunque no es perfecta, es perfectible, y que se ha convertido últimamente en el caballito de batalla de una facción política que quiere echarle la culpa de todo al Congreso,
iv) Ley de cadena perpetua para extorsionadores y sicarios, pues no debe haber contemplación alguna para quien arroje granadas o amenace la vida de un peruano emprendedor,
v) Ley que sanciona el uso ilegal del uniforme policial y militar; basta ya de facinerosos que se visten de autoridades para perpetrar sus fechorías,
vi) Ley que elimina la inimputabilidad de menores de 16 y 17 años que cometan delitos graves como extorsión, sicariato, violación sexual; entre otros proyectos de ley.
El Perú clama al cielo por el cese de la violencia, y es necesario concientizarnos de que el problema no desaparecerá solo. Como dijo Edmund Burke: “Lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada”. Nuestro país necesita la confluencia de todos los sectores, aún estamos a tiempo.
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