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EsSalud y la desorganización organizada

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Fecha Publicación: 20/06/2025 - 21:50
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Es un axioma decir que EsSalud es una gran organización extremadamente desorganizada y que las autoridades, pomposamente llamadas gestores, poco o nada hacen por revertir esta situación, sea por incapacidad o por intereses protervos. La resultante es la misma: dispendio de recursos y mala atención a los asegurados.
En mayo de 2024, cuando los trabajadores de EsSalud con justicia presentaban demandas por mejores condiciones de trabajo para brindar mejor atención a los asegurados, la presidenta ejecutiva de entonces señalaba que el problema de EsSalud no era la falta de dinero para atender esa demanda, sino las trabas burocráticas generadas por FONAFE. Esto no era otra cosa que un juego de ping-pong, tirándose la pelota, para no cumplir sus compromisos.
EsSalud cuenta con un presupuesto anual de 16 mil millones de soles para atender a 13 millones de asegurados. Más de 4 mil millones de soles se gastan en tercerización de servicios, alquileres de locales, alquileres de equipos que a la larga cuestan más que si se adquirieran equipos propios; menos de 1 mil millones de soles se destinan para mejorar infraestructura y equipos. Hay una evidente inversión de prioridades de los gestores orientada a enriquecer a terceros y descapitalizar a EsSalud.
Este gasto desmedido tendría propósitos “non sanctos”: ir a un acelerado proceso de desgaste y desfinanciamiento de EsSalud, donde la ética y moral de sus más de 2 mil quinientos funcionarios no importa; muchos de ellos con denuncias en el sistema judicial, otros incluso enfrentando denuncias contra la propia institución y, aun así, continúan de funcionarios.
Todo este desbarajuste sólo es posible en un modelo de gestión bien planificado de “desorganización organizada”. La estructura orgánica de EsSalud es bastante vertical, con una telaraña de gerentes centrales, gerentes, subgerentes y otros cargos de confianza con funciones que muy bien pueden ser concentradas en menos gerencias y evitando la duplicidad.
Otro elemento de esta “desorganización organizada” es el excesivo centralismo. Los gerentes de redes asistenciales son meros procesadores de órdenes que emanan del nivel central, sin capacidad para adquirir un equipo que tanto se necesita en los hospitales, sea para diagnóstico o tratamiento.
La “desorganización organizada” es ex profeso; la telaraña organizacional y el centralismo dan lugar a procesos de atención y adquisiciones lentos o que nunca se cristalizan. No es gratuita; después de ello aparecen muchos “pescadores” generando ganancias a río revuelto para su beneficio personal. Mientras tanto, los pacientes se mueren esperando una consulta o un tratamiento que nunca llega.

(*) Secretario General del SINAMSSOP

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