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EsSalud: Seguro en Riesgo, Reforma Urgente

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Fecha Publicación: 27/06/2025 - 22:00
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EsSalud, el seguro social contributivo de los trabajadores formales del país, que cubre a casi un tercio de la población, atraviesa una crisis estructural provocada por el desfinanciamiento, la corrupción, decisiones populistas y un modelo de gestión que prioriza el nivel terciario en lugar de fortalecer la prevención y la atención primaria.
Su base financiera, el aporte del 9 % que los empleadores hacen por sus trabajadores, ha sido debilitada por regímenes especiales con aportes menores, promovidos principalmente por el propio Estado. Así ocurre con los trabajadores del magisterio, del MINSA o los CAS, entre otros. El Estado, en lugar de fortalecer el seguro social, ha propiciado este esquema desigual que socava su sostenibilidad. A ello se suma una deuda acumulada por falta de pago en momentos de iliquidez, que debe ser asumida por el gobierno central. Desde 2009, además, EsSalud dejó de recibir los aportes por gratificaciones de julio y diciembre. Aunque los empleadores continúan pagando estos conceptos, los montos van al bolsillo de los trabajadores, beneficiando principalmente a los de mayores ingresos.
También hay extralimitación de beneficios: asegurados que acceden a la cobertura de un número excesivo de derechohabientes bajo una sola aportación mínima o que ingresan con enfermedades graves sin haber contribuido al sistema. No se trata de negar cobertura, sino de establecer un aporte adicional del 1 % para quienes se beneficien de estas situaciones, como principio de corresponsabilidad.
EsSalud debe recuperar su autonomía plena y salir del FONAFE. Uno de los tres representantes del Estado en su Consejo Directivo debe provenir de las propias canteras de EsSalud. El presidente ejecutivo debe ser elegido por el directorio entre sus integrantes, por mérito, no por decisión del gobierno de turno.
No se justifica el gasto en propaganda institucional. EsSalud no necesita promocionarse como una marca comercial: sus usuarios son cautivos. Los recursos deben destinarse a campañas reales de educación en salud y autocuidado.
Finalmente, urge reinstalar una Defensoría del Asegurado con autonomía plena, y crear un régimen laboral médico de dedicación exclusiva, bien remunerado, con incentivos por productividad y calidad.
Es tiempo de una reforma estructural seria y valiente. El tiempo se agota.

Por Wilfredo González Peláez

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