EsSalud: Concesiones onerosas
El modelo de gestión que se viene implementando en EsSalud de manera creciente y progresiva es la concesión de servicios y hospitales por períodos largos de 20 o 30 años —con el consiguiente “riesgo encubierto” de descalabro económico que se avecinará en los años venideros—, no solo por la orientación del modelo de atención consumista y esencialmente recuperativo de alto costo, sino por las protecciones y garantías explícitas que se estarían otorgando a los “operadores privados” contra los riesgos que pudieran derivarse si el negocio no alcanza los réditos económicos como se esperaría.
Hablemos claro: es un negocio, es la mercantilización de los servicios de salud que hace el gobierno utilizando los recursos económicos de los asegurados, que no son del gobierno.
En general, toda política de salud basa su éxito o su fracaso en dos elementos fundamentales: el modelo de atención y el modelo de gestión, ambos interdependientes, pero el segundo supeditado al primero. El modelo de atención implementado es el que finalmente va a determinar si hay mejora o deterioro de los niveles de salud y la calidad de vida de los ciudadanos; por tanto, debe haber objetivos definidos cuyos logros puedan ser medidos evaluando el impacto y la efectividad del funcionamiento del sistema de salud.
En EsSalud, el modelo de gestión basado en la entrega de los hospitales a operadores privados no es sinónimo de éxito, pero sí puede ser sinónimo de desfinanciamiento progresivo si estas concesiones se realizan en condiciones onerosas.
Eso es lo que está sucediendo con los hospitales Kaelin y Barton, en Lima y Callao, y recientemente con dos hospitales de Piura y Chimbote que, en el actual gobierno, se están implementando bajo la modalidad de Asociación Público-Privada (APP). Similar situación estaría sucediendo con la Torre Trecca, que estuvo precedida de varios intentos de ponerla en funcionamiento.
Advertimos de este despropósito de pretender entregar en concesión a operadores privados una infraestructura propia de EsSalud y pagar por ello servicios que serían dos o tres veces más caros, cuando la institución cuenta muy bien con los recursos para adquirir el equipamiento y gestionar los servicios que se ofrecerían a un costo mucho menor, sin necesidad de concesionarlos. EsSalud está en condiciones de operar por cuenta propia la Torre Trecca.
¿Por qué no lo hace?
Un investigador acucioso señalaba que la concesión de servicios a terceros es buena, siempre y cuando se demuestre transparencia, eficiencia, beneficie a la población y el Estado ahorre; lamentablemente, estas condiciones no se cumplen en los procesos de concesión en EsSalud.
Santiago Vinces Rentería (*)
(*) Secretario General del Sindicato Nacional Médico del Seguro Social del Perú.
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