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Escucharán sin juzgar

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Fecha Publicación: 29/03/2023 - 22:30
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Cada ser humano tiene su propia historia de vida, puede ser parecida a otras personas, pero la percepción de cada individuo es personal, por eso es importante escuchar y no juzgar apresuradamente en que se puede incurrir en errores insalvables; y cuando se trata de dos o más historias, hay que escuchar a las partes y recién dar su opinión si se la solicitan.

En este país en vías de desarrollo se juzga a las personas sin haberlas escuchado y confrontado, se guían por el dicho de terceros, una noticia por la televisión, radio, prensa escrita, sin que se haya corroborado lo dicho, por lo general, la gente se deja llevar por los chismes, es el alimento cotidiano de mucha gente, que no puede vivir sin rajar de las personas, en el buen o mal sentido, es una necesidad intrínseca de las personas, si no lo hacen se sienten mal, les falta algo, aunque sea se inventan una mentira, son sus compensaciones de baja estofa, son personas no confiables, no te dan seguridad de ninguna naturaleza, al contrario son enemigos gratuitos, que no tienen ningún valor como persona, son sujetos peligrosos, que mienten para quedar bien, así no tengan la razón.

En el tiempo de la Inquisición, no se escuchaba ni juzgaba por la razón, los actos humanos se relacionaban con Dios y las sanciones eran irracionales; y lo podemos graficar de la forma siguiente, una persona que estaba sujeta a la Santa Inquisición, si era inocente pasaba sin afectarse por una plancha caliente al rojo vivo y no le pasaba absolutamente nada, tenía la venia de la absolución.

Asimismo, a una persona la metían dentro de un costal con piedras y la lanzaban al mar, si no se ahogaba era inocente por la gracia de Dios. Pero este razonamiento era irracional, si aplicamos la ley natural, es obvio que una persona se queme y se ahogue. En esos tiempos, no se escuchaba a nadie y se les juzgaba por la justicia divina.

Considero que a Dios hay que dejarlo en el lugar que le corresponde y basarnos en la realidad de las cosas sin perder la objetividad.

En el patriarcado y el matriarcado no se escuchaba a las personas, ni se les daba la oportunidad de ser juzgadas, el páter familia daba órdenes, que tenían que cumplirse al pie de la letra, caso contrario se aplicaba el castigo y hasta hora existen vestigios de comportamientos de los padres frente a los hijos trasnochados, que no les hace nada bien, sino todo lo contrario, los convierte en personas rebeldes, agresivas, impulsivas, sumisas, que alguna veces por lo general repiten el mismo patrón de conducta de generación en generación.

Claro ejemplo tenemos que el hombre y la mujer no podían masturbarse, tener relaciones sexuales fuera de matrimonio, la mujer salir en estado de embarazo era mal visto, no existía una capacidad de comprensión que el acto masturbatorio, las relaciones sexuales antes del matrimonio y la gestación de la mujer antes de la unión civil o religiosa, sucede en la realidad, es un descubrimiento de la sexualidad y de una relación de hecho, que lo contempla la Constitución Política del Estado, a través de la institución del concubinato.

Cuando la psicología se desvincula de la filosofía y se empieza a conocer al ser humano, por la necesidad de ser escuchado, comprendido, apreciado, amado, querido, explicando qué le sucede en su mundo interior y las razones por las que actuó de determinada manera, surgiendo la empatía entre el emisor y receptor, y ser juzgado por lo que en realidad es y no por los prejuicios que anidan en la mente de algunas personas que se alejan de la realidad, en lugar de juzgar a las personas por ellas mismas, incurriendo en pensamientos sesgados, que dañan a la persona como ser humano y algunas veces irreparables por emitir un juicio de valor equivocado.

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