Es lo que hay
El CONULP (Comité Nacional Unificado de Lucha del Peru), organismo de fachada de Sendero, creado en las protestas de inicios de año contra el gobierno de Dina Boluarte, promotor de las sucesivas ‘tomas de Lima’, se ha dividido. Preparaba una toma de Lima para octubre. Probablemente la ruptura lo debilitará más. El sector caviar, hábil en divisiones, se quedó con las siglas originales. El grupo fundador, ligado a Movadef, a cargo de Lucio Ccallo hoy se denomina CNUL (Coordinadora Nacional Unitaria de Lucha), e insiste en la política de frente único. Ambas organizaciones tendrán asambleas a fines de setiembre.
Sin el madrinazgo del gobierno de Castillo era lógico que la extrema izquierda se marchitara. Pero, desafortunadamente, los fallecidos en las protestas pasadas ya hicieron mella al gobierno de Boluarte. Aunque macabro, la izquierda usa a los muertos para su lucha política. No olvidar que los dos fallecidos en el breve gobierno de Manuel Merino, fueron denominados héroes de la democracia. Esa mal llamada bandera de lucha perseguirá a este régimen permanentemente.
La izquierda progresista acudió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para denunciar lo ocurrido. Por ello, la entidad está citando al gobierno a Washington para que el Perú rinda cuentas de las 42 observaciones realizadas luego de los desmanes de enero y febrero. Ya en su reciente visita a Nueva York, Boluarte tuvo que soportar a dos personas que la acusaban de asesina durante un evento empresarial. La Presidenta no gusta de aclarar quiénes fueron los responsables de la penosa situación que vivimos.
Internamente, Boluarte, el Premier y las fuerzas militares y policiales son interrogadas insistentemente por Fiscalía. La izquierda sueña con responsabilizarlos. En medio de este panorama, una fiscal, Janet Cárdenas Manrique, reabre el caso de un terrorista del MRTA, muerto durante el rescate de los rehenes secuestrados en la embajada de Japón por ese grupo criminal. El caso está cerrado desde hace varios años. Pero en Fiscalía se presume que el ‘camarada Tito’ fue asesinado. Insólito.
El Sendero del Vraem continúa con la violencia, pese a estar debilitado. Semanas atrás secuestraron a un enfermero que apareció muerto. La extrema izquierda ha perdido poder, ciertamente, pero está activa. Sorprendió desfavorablemente que en recientes declaraciones el Premier fuera tan tajante sobre la inviabilidad de Tía María. Denota un temor de enfrentar al sector radical, con graves consecuencias para nuestro crecimiento económico. Ayer tomaron Antamina.
Guillermo Bermejo anda cacareando en el Vraem que no le asustan sus juicios porque ya está muy viejo. Veremos si regresa del viaje a Rusia que ha emprendido. Las denuncias por corrupción, lobby para obras en varias alcaldías, lo tienen con la soga al cuello.
La tremenda crisis económica, la anunciada venida de El Niño y el desborde delincuencial son los desafíos más importantes que afronta este gobierno. Si Boluarte se concentrara en ello y liderara acciones elementales, podría brindar estabilidad al país y consolidarse. La parálisis permanente no ayuda. Menos rodearse de funcionarios cercanos al vizcarrismo y humalismo. Ya está comprobado que son inútiles y poco probos. El Congreso sigue hacia el despeñadero, el lamentable fallecimiento de Hernando Guerra García lo ahonda. El accesitario, Fernando Rospigliosi, estará a la altura. Pero, de momento, este gobierno –jaqueado por sus excompañeros de ruta–, es lo que hay.
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