Equipo Especial: El fiscal que no cumple su palabra

Si hay un hombre en el Ministerio Público que genera pasiones en la política, ese es el fiscal José Domingo Pérez. Cinco casos emblemáticos se encuentran en sus manos: uno está en la etapa del juicio oral y cuatro se encuentran en acusación; es decir, en ambos procesos, la responsabilidad de acelerar, de forma razonable, el proceso de control de acusación es del Poder Judicial, porque es vital para ingresar a un juicio oral. Es la única manera de obtener una sentencia. Sin embargo, no puedo dejar de preguntarme: ¿por qué retirarse del partido en el segundo tiempo?

La imagen que José Domingo Pérez proyectó y alimentó durante varios años fue la de aquel fiscal que lograría una condena. Buscar dejar al Equipo Especial cuando aún no se ha logrado las sentencias prometidas no da ningún buen mensaje a los distintos públicos. Me gustaría entender al fiscal Pérez, ¿busca dejar al Equipo Especial para un mayor crecimiento profesional? Si considera que el Poder Judicial es una opción mejor, es razonable, todos tenemos derecho a crecer como profesionales. Pero dejar casos importantísimos en una etapa determinante tampoco es la mejor decisión.

El proceso para lograr la sentencia tiene tres etapas: la preparación, en la que el fiscal realiza la investigación y obtiene todas las pruebas que necesita para lograr una condena; la intermedia, en la que el fiscal formula acusación, es decir, no hay nada más para investigar; y finalmente la etapa de juicio oral, que determina la condena. El fiscal José Domingo Pérez ha cumplido con la primera etapa del proceso en cuatro casos: ya formuló acusación en contra de Pedro Pablo Kuczynski, Keiko Fujimori, Alejandro Toledo y Susana Villarán. Tiene las pruebas de sus delitos y está a punto de culminar la tercera etapa en el caso ‘Metro de Lima’, en la que se juzga a Jorge Cuba Hidalgo, exviceministro del segundo gobierno del Partido Aprista, por corrupción.

El único que puede sustentar su tesis y defender sus pruebas con el mismo énfasis que lo hacía para las prisiones preventivas de sus investigados, es el mismo José Domingo Pérez. Tengo conocimiento de que, para un juicio oral, un fiscal necesita preparación en técnicas de investigación oral, interrogatorios y contrainterrogatorios. No cualquier fiscal sin experiencia puede defender un caso en un juicio. Y si esto lo sabe el fiscal José Domingo Pérez, entonces, ¿por qué dejar casos emblemáticos a etapas decisivas? No lo entiendo. Si bien los fiscales que han trabajado con Domingo Pérez están en la condición de ir a juicio oral y desarrollar el caso, no lo harán con los argumentos del director, que no puede dejar la obra a la mitad de la función.

No malinterpreten mis palabras, por favor. No pretendo desmerecer en nada al equipo del fiscal Domingo Pérez. Sabemos que es una fiscal adjunta quien está dirigiendo y representando al Equipo Especial en el proceso de control de acusación en contra de Keiko Fujimori y otros implicados en el ‘Caso Cócteles’. Sin embargo, me mantendré firme en mi tesis: el fiscal no puede saltar del barco con el argumento de “es mi momento de crecer”.
Vemos una enorme diferencia con el fiscal Germán Juárez Atoche, quien investigó, acusó y llevó a juicio oral a Ollanta Humala y Nadine Heredia; y piensa quedarse hasta lograr la sentencia. Los compromisos se cumplen, fiscal Domingo Pérez, y mucho más si se tratan de casos emblemáticos. Usted acusó a varias personas, inició algo; ahora debe terminarlo.

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