Energía en el Perú durante el gobierno de Biden
No es que seamos un gran referente energético como para estar infiriendo que un relevo de gobierno en los Estados Unidos tenga grandes implicancias en el desempeño local del sector, pero no podemos soslayar que las tendencias que se fijen en el país del norte tendrán un correlato local.
El discurso del Partido Demócrata siempre ha sido a favor del ambientalismo, teniendo como activista al ex vicepresidente de Bill Clinton (1993-2001), Al Gore. Siempre partidarios del uso de energías renovables (RER), posición que está en las antípodas del Partido Republicano, que ha tenido a Donald Trump como su principal negacionista, quien promovió la no ratificación del Acuerdo de París, que ha establecido metas sobre el calentamiento global para el año 2030.
Durante la campaña electoral reciente, Biden ha sido persistente predicador de las RER, que durante la gestión de Trump, a nivel de producción primaria han tenido un crecimiento menor al de la producción total de energía. En el período 2019/2017, las RER se incrementaron en 3.94%, mientras que la producción total lo hizo en 15.15%, que fue sostenida por energía fósil.
Se espera que la actividad de las RER sea intensa y en nuestro país, más allá de la generación eólica y solar, que se viene desarrollando con inversión europea, se incremente rápidamente la promoción de la electromovilidad, tema sobre el cual hay varias universidades americanas que han venido trabajando en Lima, he tenido la oportunidad de interactuar con algunas de ellas. En el mediano plazo, atenuará la demanda de combustibles provenientes del petróleo y gas. Las refinerías tendrán que estar atentas e ir pensando a convertirse en empresas energéticas en lugar de ser solo hidrocarburíferas.
El otro punto que afectará localmente es el precio del crudo, Biden ya ha anunciado una recomposición de relaciones con Irán, lo que va a significar un incremento en la oferta de petróleo, hoy afectado por el embargo estadounidense.
Esto hará que la cotización internacional tenga una tendencia a un precio bajo, lo que hace que la actividad de exploración decaiga, justo cuando desde hace 9 años no se consigue inversión importante en Perú.
Tendencias que vienen y sobre las que el nuevo gobierno deberá estar preparado.