Enemigos del Perú, amigos de Odebrecht
José Domingo Pérez Gómez acaba de sufrir una derrota judicial en su condición de infame fiscal. Ayer, “por falta de sustentación” —humillante en el ámbito jurídico—, un magistrado anuló la denuncia por “obstrucción a la justicia” que él urdió contra Keiko Fujimori y terceros, para quienes demandó treinta años de cárcel por el proceso llamado “Cócteles”. Hablamos de un costosísimo sumario —pagado por el Estado (usted, amable lector)— que distrajo la atención de la política nacional durante seis años. La deshonra, indignidad y vergüenza que implica aquel fracaso judicial alcanzan al fiscal Pérez Gómez, al igual que a su partenaire, Rafael Vela Barba. Ambos están implicados en una estafa nacional al haber urdido y suscrito —a escondidas— un pacto criminal con Odebrecht, condonándole acaso miles de millones de dólares que robó al Estado peruano, además de haber envuelto en escándalos de podredumbre a cinco presidentes del Perú, a ministros, funcionarios, periodistas, etc., imputados de ser sobornados por Odebrecht. Como precisa la nota periodística publicada ayer por EXPRESO, “El 2 de agosto de 2018, cuando solo tenía cinco días como coordinador del Equipo Lava Jato, Rafael Vela no solo firmó un convenio (secreto, conjuntamente con su colega José Domingo Pérez Gómez) para favorecer a Odebrecht, sino que habría vulnerado la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción”. Según el artículo 37 de aquella norma, “cada Estado debe respetar la cooperación internacional —sin permitir que los brasileños gocen de dineros o patrimonios peruanos— obligando a que sus autoridades proporcionen a sus pares competentes información útil con fines investigativos y probatorios, a fin de que la ayuda efectiva y concreta pueda contribuir a privar a los delincuentes del fruto del delito, así como a recuperar dicho producto”.
¡Pérez Gómez y Vela Barba hicieron lo contrario! Empezando por incluir en el texto del malhadado convenio secreto, y bajo sus firmas, el siguiente relato: “Los hechos y/o medios probatorios obtenidos, así como las pruebas derivadas de dichos hechos y/o medios de prueba, no serán usados en contra de la empresa (Odebrecht), sus funcionarios y/o exfuncionarios, ni compartidos con autoridades que no respeten este compromiso”. Adicionalmente, Vela Barba colocó en el punto 5 del convenio inicial la siguiente cláusula de impunidad: “El Ministerio Público, conforme a los objetivos de la colaboración eficaz, dispondrá la conclusión (archivamiento o sobreseimiento legal) de las investigaciones en el Perú y no iniciará otras en contra de la empresa, de sus funcionarios y exfuncionarios”, ignominia criminal suscrita por Vela con los representantes de Odebrecht. Gracias a esta estafa a los peruanos, perpetrada en connivencia con su socio Pérez, en lugar de recuperar los miles de millones que nos robó Odebrecht, y cobrarle multimillonarias indemnizaciones por sobornar a presidentes, ministros, funcionarios, periodistas, etc., Vela y Pérez favorecieron a Odebrecht con otros S/ 524 millones por la venta de Chaglla, aparte de condonarle más de S/ 500 millones en deudas a la Sunat y otros beneficios.
Sin embargo, Vela y Pérez permanecen mandando en el Ministerio Público. ¡Por eso este país está de cabeza, y sus ciudadanos indignados!
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