En modo “awakening” (despertar)
De crisis en crisis, así nos la pasamos los peruanos en los últimos años y la reciente, temiendo que no será la última, la defenestración de los fiscales Rafael Vela y José Domingo Pérez, del megacaso de corrupción de Odebrecht por parte del fiscal de la Nación Pedro Gonzalo Chávarry, en el preludio de las fiestas de Año Nuevo, causó tal impacto en la ciudadanía a nivel nacional que logró DESPERTAR su capacidad de indignación que creíamos perdida, logrando un efecto unificador en todos los estratos sociales que se materializó desde la última noche del año viejo en apasionantes marchas por las principales ciudades del país, recibiendo el 2019 al unísono del Himno Nacional (entonado a todo pulmón), marchas que al cierre de esta columna continúan.
Bien podríamos decir que el Perú está en modo AWAKENING (Despertar), ha despertado de su letargo, de su aparente conformismo del “no es conmigo”, de “al final todo queda igual”, para ejercer a plenitud sus derechos cívicos, aquellos que pretendieron vendernos “solo se ejercen en cada elección”, cada cuatro o cinco años, cuando no es así, los peruanos tenemos derecho a la protesta, a levantar la voz, a roncar, ante un acontecimiento que perturba la tranquilidad social, que como en este caso, hacía peligrar nuestro “derecho a conocer la verdad”, esa que a juzgar por propias fuentes brasileñas causará gran conmoción en la clase política, tan luego se reciban las declaraciones oficiales y la información encriptada de las coimas entre la nefasta Odebrecht y funcionarios de todos los niveles de los gobiernos nacional y subnacionales, candidatos presidenciales, abogados, peritos, contratistas, un sector de la sociedad civil organizada, etc.
El DESPERTAR de la conciencia ciudadana, expresada en grandes y pacíficas movilizaciones a lo largo del país, protestando y exigiendo la reposición en sus cargos de los fiscales Vela y Pérez, produjo sus frutos y logró este primer objetivo, para enforcarse ahora en la necesaria reforma de los defensores de la legalidad, el Ministerio Público, que deberá y tendrá que hacerse dentro del marco constitucional a corto plazo, requiriendo la opinión pública en las calles, que los poderes públicos, especialmente el Congreso cumpla con su parte del control político, esté a la altura de la historia, esa que los ciudadanos de a pie están escribiendo para la posteridad.
Mención especial para los fiscales superiores Germán Juárez, Giovanna Mori y Carlos Puma, que desde el saque se pronunciaron sin medias tintas en contra de la defenestración de Vela y Pérez, haciendo del espíritu de cuerpo un arma de protesta que ofrecieron canalizar con sus renuncias en caso no se les hubiera repuesto en sus cargos, como a 48 horas sucedió y donde es válido decir: “Lo hizo el Pueblo”.