En el Megapuerto de Chancay: 100% soberanía peruana

«Un buque con arándanos zarpó rumbo a China, mientras un contenedor con 100 autos eléctricos salió de Shanghái hacia nuestro país». (Expreso, 15 de noviembre de 2024). ¡Comparación inimaginable: arándanos con automóviles!
Este hecho inaugural, acto protocolar de máxima relevancia ocurrido en el APEC Lima 2024, revela un cambio profundo en la alta tecnología y en la historia humana.
Hasta esta fecha, el destino de la materia prima, consistente en minerales metálicos, era Europa, Estados Unidos y Japón. Desde ahora, el nuevo destino de esta materia prima es China, a través de su puerto de Shanghái, mientras que el principal centro de acopio mundial será el megapuerto de Chancay, en Perú.
Sin embargo, ya hay una reacción contraria inmediata. En el foro APEC Lima 2024, el Presidente de Estados Unidos tuvo que asistir con un contingente de 600 soldados de su Ejército para garantizar su seguridad. Además, se mencionó la colaboración de Estados Unidos en proyectos estratégicos, y la autorización a Ucrania de bombardear territorio ruso. En el ámbito minero-tecnológico, Estados Unidos acaba de designar a Paita, Perú, y a Hueneme, California, como puertos alternativos a Chancay y Shanghái, respectivamente.
En el acto inaugural del megapuerto de Chancay, el Presidente Xi Jinping, en presencia del Presidente Biden, informó que el megapuerto cuenta con un 60% de capital estatal chino y un 40% de capital privado peruano (Inversiones Portuarias Chancay). La postura de Xi Jinping, comunicada con autoridad, da la impresión de que se presenta como líder global.
Como se puede apreciar, la inauguración del megapuerto de Chancay ya tiene repercusiones inmediatas, y otras que seguramente surgirán.
Indudablemente, este es un frente emergente que podría encaminar al mundo hacia una tercera guerra mundial; en consecuencia, Perú, de manera involuntaria, se convierte en un participante obligado en este posible conflicto.
El megapuerto ya genera, a pocos días de su inauguración, reacciones y ajustes que exigen que el Perú asuma totalmente su responsabilidad, ejerciendo el manejo exclusivo del megapuerto de Chancay.
Este puerto es un patrimonio de la humanidad en territorio peruano, por lo que su administración no debe caer en manos de actores extranjeros, especialmente si son posibles beligerantes.
El megapuerto debe convertirse en una base para la paz y la armonía entre las partes. Por esta razón, el Perú está obligado a ejercer soberanía absoluta sobre él.
Para ser respetado, el Perú debe convertirse en una potencia militar respetable, y esta es una obligación que debemos asumir de inmediato. Por ejemplo, es imperativo ejecutar los $8,500 millones que adeudan las transnacionales, sanear las finanzas internacionales del país y fortalecer la solvencia de Petroperú.

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