En el Día Nacional de Chile
Ayer, 18 de septiembre, fue el Día Nacional de Chile, en que se recuerda la realización de la Primera Junta de Gobierno de 1810, considerada la primera acción autónoma del país hermano del sur, cuya independencia propiamente dicha se dio recién siete años después. Pegado a la historia, recordemos. Con el reinado de Túpac Yupanqui es que Chile se incorpora al Tahuantinsuyo.
En los valles de Aconcagua, Mapocho, Maipo y Cachapoal existen registros de los caminos incaicos. De hecho, los primeros documentos del virreinato relatan que en el valle de Aconcagua había dos señores locales, que dominaban la parte alta y la parte baja del valle, y con ellos siempre había un funcionario cusqueño que representaba al Inca. En “Nueva Historia de Chile: Desde los orígenes hasta nuestros días” publicado por el Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Chile, la historiografía de este país se refiere al Tahuantinsuyo calificándolo de “…riquísimo imperio de los Incas” y que “…llegó a abarcar…hasta la zona central de Chile”.
En los reportes del viaje de Almagro a Chile, cuenta el citado libro que los conquistadores “Regresaron, llevando informes sobre la pobreza de aquellas tierras, vale decir, la ausencia de metales preciosos…”, por lo que Almagro “…por presión de sus consejeros... decidió cancelar la expedición que estaba realizando en Chile”. De hecho, el conquistador de Chile, Pedro de Valdivia, solo pudo llevar adelante la empresa gracias a que Francisco Pizarro, el conquistador del Perú, “le otorgó…el consentimiento para conquistar Chile, llegando a fundar a la ciudad con el nombre de Santiago del Nuevo Extremo el 12 de febrero de 1541. Por los problemas surgidos en el tramo de la propia conquista sureña entre los españoles, Valdivia partió desde Valparaíso hasta a Lima para “buscar la confirmación y legitimación real” que solo pudo dársela el pacificador Pedro de la Gasca, enviado directo del emperador Carlos V.
La obra prosigue asintiendo que en Chile “Los estudios universitarios se vieron obstaculizados por la pobreza del territorio…” por lo que “Los estudiantes que deseaban incrementar sus estudios, debían por tanto completar sus estudios en la Universidad de San Marcos de Lima, que era el centro de la vida intelectual en la América meridional…”. Luego de la independencia, Bernardo O’Higgins, que fuera Director Supremo de Chile (1817-1823), termina abdicando para evitar una guerra civil “…embarcándose al Perú…”, en un gesto de enorme desprendimiento por su país que solamente fue reconocido muchos años después de la repatriación de sus restos a su tierra y ungido para la historia de su país como Padre de la Patria. Chile es un país relevante en las relaciones internacionales americanas y con Perú comparten el espacio del Pacífico en el que cuentan enormes posibilidades geopolíticas a las que debemos atender mirando el futuro desde una perspectiva de integración, por ejemplo, en el marco de la Comisión Permanente del Pacífico Sur (CPPS), la organización regional marítima apropiada que coordina desde 1952 la política internacional marítima de ambos país, además de Ecuador y Colombia.
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