Emprendimiento
Durante la semana que pasó, atravesé una serie de frustraciones en el largo camino que significa poner en práctica un emprendimiento. Las puertas se cierran si no tienes los contactos adecuados, las llamadas telefónicas van, pero nunca regresan y las promesas fluyen sin resultados aparentes o esperados.
Entiendo que los resultados no son inmediatos, pero entiendo aún más ahora a las personas que tratan de poner sus propios negocios y las peripecias que deben atravesar. En principio los costos; transportes, dinero y tiempo; alimentación, gastos menores en reuniones, etc. Algunos se preguntarán, ¿y para qué está el internet? Bueno, el internet tiene muchas ventajas, pero no lo es todo.
Adicionalmente a las llamadas sin retorno, los gastos de traslado y todo lo que acarrean las famosas reuniones, también está el trato de las personas con las que conversas para tratar de colocar tu emprendimiento. No siempre el trato es bueno; hablé con una persona representante de varios emprendimientos similares al mío, y aunque me dijo que ya venía trabajando hace más de 10 años con un grupo muy similar al que tengo, traté de ofrecerle una muestra de lo que hago y simplemente me dio un rotundo no. Lo felicité por su comportamiento ético para respetar el compromiso que tiene con su cliente antiguo, pero insistí un poco más tratando de persuadirlo, y le ofrecí nuevamente enviarle por WhatsApp las referencias de mi material para su evaluación, y su respuesta fue más o menos así: “ni me lo envíes porque varios me envían sus materiales y como me falta tiempo ni si quiera lo voy a mirar”. Sentí mismo Condorito un “plop” y no me quedó de otra que despedirme y agradecerle por recibir mi llamada.
Renglón seguido recordé que, en el mundo laboral en el que me desempeñaba, sentía muchas veces lo mismo; sin embargo, nunca me amilané y conté con voces amigas en mi entorno que me hacían entender lo que significa una frustración y que las soluciones empiezan por no dejarse vencer ante la adversidad.
Hoy me tienen aquí como cada lunes y las pilas las tengo recargadas. Estoy estableciendo contactos usando las redes sociales, y encuentro receptividad. Entendiendo que hay que tener movimiento en las redes, para dar referencia de lo que uno está haciendo. El próximo lunes con la ayuda de nuestro señor Jesucristo, les seguiré contando. Buena semana y seguimos adelante.
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