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Elogio de Torre Tagle

Fecha Publicación: 30/01/2019 - 22:20
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Después de analizar los últimos sucesos venezolanos, pienso que el público nacional, y en particular nuestra prensa local, han sido demasiado parcos en reconocer el esfuerzo realizado por nuestra cancillería para lograr una solución democrática en Venezuela. La formación del Grupo de Lima y los sucesivos pronunciamientos sobre la dictadura venezolana, que hoy día es una tiranía desembozada, señalan que la diplomacia peruana ha actuado de acuerdo a su mejor tradición, para convocar y liderar a un grupo de países latinoamericanos con el objetivo de consolidar una coalición continental a favor de su libertad.

En este empeño se nos apartó México, luego de la elección de Manuel López Obrador, pero ganamos al Ecuador cuyo gobierno en los tiempos de Correa fue uno de los baluartes de Maduro. Por cierto que el gobierno de Evo Morales en su ruta de la reelección permanente no puede ver con buenos ojos la postura peruana de la defensa de la democracia y de los gobiernos emanados de un auténtico sufragio. Es el nuevo y falso evangelio de la dictadura supuestamente popular, que se apodera del gobierno para usufructuar sus privilegios en nombre de una falsa revolución. En Venezuela ese régimen espurio no tiene el más mínimo asidero electoral, porque las multitudes lideradas por Juan Guaidó, legítimo presidente de dicho país, aborrecen al régimen de Maduro y al entorno corrupto que lo acompaña. Maduro en realidad, a pesar del respaldo del alto mando, es un rehén en el Palacio de Miraflores.

El mérito de la Cancillería peruana, en mi opinión, ha sido trabajar constantemente con una dirección definida hacia un cambio de gobierno que restablezca los verdaderos alcances de la Constitución vigente, así hubiere sido inspirada por Chávez. El patético espectáculo de Maduro rogando a los militares que lo sigan apoyando, señala que el poder se le está escapando de las manos. Andrés Oppenheimer, en su programa del último domingo, señaló que su caída debe producirse rápidamente, porque el tiempo juega a favor suyo, ya que desde el gobierno puede capear el temporal. Hay dos aspectos que debemos considerar, ¿hasta cuándo el pueblo venezolano mantendrá su energía opositora y qué sacrificios estará dispuesto a sufrir considerando los muertos caídos en el camino de la liberación? Néstor Popolizio tiene la tarea de conducir un esfuerzo diplomático para que Maduro y su corte huyan al exterior implorando un refugio que nunca dieron.