El verdadero concepto de la democracia
Resulta paradójico ver a los políticos que consintieron o apoyaron la dictadura fujimontesinista de los 90 con sometimiento de todos los Poderes del Estado a la corrupción gubernamental, enarbolarse adalides de la democracia.
Los pregones de lucha por la democracia se vuelven a escuchar en voces que se prestaron una y otra vez a las dictaduras revestidas de falsa democracia, con una secuencia de presidentes sometidos a la dictadura internacional de los bancos y organismos mundiales.
La pantomima de elecciones generales que se realizan cada cinco años, en que vemos entrar a segunda vuelta a candidatos que reciben “ayuda” de algunos gestores de corrupción electoral electrónica, a otros “ayudados” para quedar en posición expectante en primera vuelta, sin que su votación real refleje la verdadera voluntad popular, nos la hizo recordar recientemente Montesinos en el audio de la prueba de la corrupción electoral en el Perú, que la oposición ha silenciado para seguir jugando a víctimas de fraude.
La corrupción no tiene ideología de izquierda o derecha, anida en el corazón de los hombres y los pervierte sin distinguir el partido o la ideología del portador, por eso es que el Perú adolece de gobiernos de derecha y de izquierda sumidos en la corrupción y gestores de dictaduras al servicio de poderes extranjeros.
La Democracia verdadera se funda en Principios superiores de Bien, Verdad, Justicia y Dignidad, los que hacen que la prensa sea libre y se garantice el derecho a la libertad de información conforme a la verdad y no a los intereses de quienes pagan la planilla y utilidades de los medios, que es lo único que garantiza una vivencia de la Democracia de Verdad.
La Democracia verdadera no impone regímenes en que se vulneran la Constitución y las leyes invocando “razones justificantes” como lo viene haciendo este gobierno, porque tales razones no existen.
Estamos viviendo bajo una dictadura que ha quebrado el Orden Constitucional por decretos, donde a la autoridades de los Poderes del Estado y a los opositores políticos les parece “bien” que se haya declarado la MUERTE CIVIL de los ciudadanos responsables que ejercen sus derechos a no ser víctimas de una vacunación forzada genocida, y que les impongan la extorsión paralegal del despido de sus trabajos para hundirlos con sus familias en la pobreza y el hambre.
¿De qué democracia hablan quienes abdican los Principios de la Democracia de Verdad y si tomaran el poder someterían al Perú a la dictadura mundial, por temor, corrupción o cobardía?
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