El terrorismo y poder…

Desde sus inicios la especie humana siempre ha estado sumergida en conflictos en los cuales, los unos se enfrentaban con los otros, fragmentados en grupos o unidos en coaliciones, para imponerse los vencedores sobre los vencidos aplicando reglas surgidas de la única voluntad del líder máximo, llámese monarca, señor feudal, emperador o autócrata en términos generales, las cuales tenían como objetivo imponer deberes a sus súbditos bajo amenaza de castigo, pero sin normas que controlaran el ejercicio del poder por parte de los gobernantes.
Surgió así la idea de un contrato social cuya naturaleza genera severas discrepancias filosóficas, no obstante, lo cual, surge la idea de Estado regido por normas que regían el comportamiento de toda la sociedad, pero también fijaban los límites del ejercicio del poder por parte de los funcionarios y gobernantes, dentro de un marco de legalidad el cual luego se sujetó al constitucionalismo hasta llegar al garantismo actual.
El Estado de Derecho, entonces, consiste en una estructura de poder ejercido por delegación pues el titular de la potestad de gobierno corresponde a la nación, de modo que debe existir un equilibrio entre los fines del gobierno con las aspiraciones ciudadanas y una armonía entre las reglas impuestas al pueblo en general y las que rigen para los gobernantes y funcionarios públicos para evitar el abuso.
El objetivo es garantizar a la gente que puede vivir en paz respetándose mutuamente los derechos de cada quien para que los proyectos de vida, individuales, familiares y sociales se puedan hacer realidad bajo el principio de igualdad de oportunidades.

Sin embargo, no se ha podido erradicar el mal uso del poder al apelarse siempre a la tesis del garrote y la zanahoria, la manipulación social con pan y circo, utilizando la corrupción para destruir resistencias morales o la imposición del miedo insuperable para quien solo debe obedecer la voz del amo o del que se cree amo.
La utilización del terror como medio en una acción política hacia el poder, elimina por completo la conciencia de humanidad en quien lo utiliza pues el miedo debe ser producido por la agresión de los derechos más sensibles de la especie humana mediante actos de crueldad que socaven toda resistencia.
El Perú ha sufrido la peor agresión terrorista por parte de Sendero y el Mrta cuyos actos de crueldad inimaginables en sus “zonas liberadas” o en cualquier pueblo donde incursionaban y en las ciudades fueron minimizados y convertidos en víctimas que luego tomaron al Estado por asalto de modo silencioso gracias a los que se dicen “defensores de los derechos humanos”.
Hamás ha utilizado el terror contra Israel y éste ha respondido sin contemplaciones. ¿Por qué, entonces, en el Perú se sanciona a quienes nos defendieron de la irracionalidad terrorista?
¿Se defienden los derechos humanos del pueblo o de los terroristas y delincuentes?

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