El tema es el criminal Maduro
El narco-dictador Nicolás Maduro ha empezado a referirse a la política María Corina Machado como terrorista, simplemente porque está demostrado el fraude en las elecciones del 28 de julio, cuestionadas hasta por la izquierdista Fundación Carter.
Acusar a Machado de terrorista es una clara amenaza de muerte para esta mujer valiente que logrará acabar con 25 años de chavismo que destruyeron un país que fue potencia energética, minera e industrial. Bajo el mandato de Maduro, Venezuela terminó por hundirse en una aguda crisis económica y humanitaria, sin precedentes, que empujó al éxodo a alrededor de ocho millones de personas.
En los últimos días, los caviares y comunistas locales vienen montando espectáculos para darse las de dignos y demócratas. La intolerable agresión a la congresista Patricia Chirinos en La Noche, de Barranco, y la pifiadera a la ministra de Cultura Leslie Urteaga, por los parásitos con ínfulas de artistas a los que los contribuyentes financiamos vía esa cartera, son una simple distracción. A la congresista Chirinos y a la ministra Urteaga les dijeron de todo, pero curiosamente coincidieron en acusarlas de asesinas. ¿Asesinas de quién?
Expertos en agitación y propaganda, los comunistas, y los funcionales caviares a un proyecto político que no es el suyo, seguirán creando estos episodios para que la noticia y el debate giren en torno a la desaprobación del gobierno y evitar que la discusión política se centre en las atrocidades que perpetra la narcodictadura venezolana.
Esto es lo único que les puede evitar verse obligados a sentar posiciones sobre el tirano Maduro, el fraude electoral, los asesinatos de jóvenes en los últimos días, las torturas en el Helicoide, el secuestro de cientos de personas simplemente por haber sido “testigos” (personeros) de la oposición y la persecución a todos los que no piensan como él.
En la región, solo ocho países han reconocido la victoria fraudulenta del tirano. Como era de esperarse, la isla del mal, es decir, Cuba, cuyo líder máximo Fidel Castro, la mente política más brillante y retorcida del siglo XX, creó lo que luego sería el Foro de Sao Paulo, tras la caída del muro de Berlín, y eligiera a Hugo Chávez para que expandiera el comunismo, con el apodo ‘socialismo del siglo XXI’.
Dos de los países son gobernados por terroristas, como Colombia (Petro, del M-19) y Nicaragua (con el sandinista Ortega), felicitándole con odas a la revolución bolivariana, hoy un cadáver que pronto hederá. Brasil, con el trotskista y corrupto Lula da Silva a la cabeza, y Bolivia, con el economista y banquero Luis Arce Catacora, se apuraron en saludar, y el pedófilo altiplánico Evo Morales no podía quedarse atrás. La mandataria de Honduras, Xiomara Castro, lo felicitó porque “reafirma su soberanía y el legado histórico del Comandante Chávez”.
Y AMLO, la cotorra de México, con su enfoque de ‘abrazos y no balazos’ que aumentó el crimen organizado, también lo endulzó.
Solo esa boñiga regional apoya al asesino venezolano. Mientras aquí la izquierda calla.
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