El sistema judicial se “acollera” a la mafia
La justicia peruana se asemeja cada vez más al magnífico cuadro de Goya: El pelele. De acuerdo al apetito del poder político la alzan y la dejan caer. Ambos están al vaivén de quienes los zarandean. Deplorable.
Para nadie es un secreto que el JNE responde a intereses políticos, al del candidato Pedro Castillo en concreto. Violando la ley, el JNE devino en una institución desdeñosa y abusiva frente a las groseras irregularidades electorales denunciadas por Fuerza Popular (FP). Su consigna es: a la otra esquina.
La legislación electoral es sobrepasada por recientes resoluciones menores, que nunca podrán estar por encima de la Ley Orgánica Electoral, en una democracia por lo menos. El blindaje a Pedro Castillo es grotesco. Al JNE no le entran balas. Se ampara en que la tardanza de algunas impugnaciones de FP. Entonces espeta: fuera de acá, no pasa. Siempre con argumentos baladíes e ilegales. Si se pide transparentar el padrón electoral, derecho que otorga la ley, lanza un galimatías y se zurra en ello.
Pero el JNE tiene el cuajo de exigir que se respeten sus interesadas e írritas decisiones. Si recibe un cuestionamiento a la candidata a la vicepresidencia Dina Boluarte por inscripción tardía, por firmar resoluciones del Reniec durante la segunda vuelta pues solo rebuzna: las tachas ya concluyeron.
Claramente Pedro Castillo y Boluarte están amelcochados con la organización criminal ‘Los Dinámicos del Centro’, el JNE quiere lavarse las manos ante ello y no asumir la responsabilidad de que tal banda llegue al poder. No es su chifa.
La Fiscalía, digitada por el ‘Lagarto’ Vizcarra está al servicio de la mafia. Si quieren arremeter contra Keiko, el desequilibrado fiscal Pérez le zampa un pedido de prisión preventiva que sin bien no prosperó, prohibió a Keiko interactuar con varios de sus correligionarios. Obstaculiza, sin que nadie lo frene.
Fiscalía allana dos inmuebles del esposo de Keiko y atropella sin asco. Decide investigarla por los aportes de esta campaña sin que le corresponda, porque Pérez es fiscal para los Casos Lavajato, Odebrecht, pero actúa ilegalmente, no tiene control, es un déspota que hace lo que le cante. Está protegido por su jefa, Zoraida Ávalos, la amiga de Vizcarra, la que usaba un perfume que le desagradaba.
Pero ni Pérez ni la fiscal Avalos denuncian a Castillo y a Boluarte por ser jefes de la organización criminal ‘Los Dinámicos del Centro’. Tampoco pedirán prisión preventiva por 16 meses como ocurrió con Keiko. Serán intocados.
Los ciudadanos demócratas ya se cansaron de tanta venalidad y lo saben bien. El JNE, la Fiscalía, el Poder Judicial podrán seguir trampeando, amparados por el complaciente y parcializado Ejecutivo. Pero todos sabemos que si nos imponen al ignorante (dícese de quien no conoce) profesor Castillo, será un presidente ilegítimo. Un pelele. Despreciable por cierto.
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