El reto emprendedor

El reto más importante que deben enfrentar los emprendedores del país es superar el modo "flujo de caja" y consolidar la organización empresarial. ¿Qué significa esto? Al inicio de toda historia empresarial existe una fase de sobrevivencia, donde la gerencia prioriza el "flujo de caja", con el objetivo de alcanzar el punto de equilibrio que dé sostenibilidad al emprendimiento.

Esta primera etapa exige sacrificar inversión en atracción de talento y equipamiento tecnológico adecuado, siendo muy dura pero necesaria para alcanzar lo que llamamos acumulación originaria de capital.

Tras alcanzar el punto de equilibrio, es decir, cuando los ingresos son mayores que los egresos, lo más inteligente es destinar parte de esa ganancia o utilidad en fortalecer la organización empresarial, contratando mejores cuadros y destinando recursos de soporte al equipo que forma parte del corazón del negocio.

El problema se presenta cuando la vieja gerencia olvida que lo más importante en una organización es su equipo de trabajo. Ocurre con muchos grandes empresarios hoy del Perú, en especial empresas de corte familiar, que al no profesionalizar la organización siguen pensando solo en “modo flujo de caja”. Este modo es importante para mantener el equilibrio económico y financiero de la organización. Pero no puede convertirse en la única razón de ser de la empresa. Por ello, las organizaciones definen misiones, visiones y propósitos, con el objetivo de trascender y abandonar la mentalidad de sobrevivencia que se requería al inicio del negocio.

Lamentablemente, quienes no superan el “modo flujo de caja” y se quedan atrapados en su encrucijada, solo verán en el negocio ingresos y olvidarán que la inversión en recursos humanos y tecnológicos es tanto o más importante que la sola rentabilidad de la empresa. Quienes no superan esta fase primitiva empresarial quedarán atrapados en una mentalidad donde pagar menos al personal e incrementar sin sustento los precios de venta se convierten en su gran obsesión, lo que alejará el talento de su organización y fracasará en sus intentos por conquistar nuevos mercados e incrementar el número de clientes.

La experiencia empresarial radica en disfrutar el negocio. El modo “flujo de caja” es necesario, sin duda, pero cumple un rol secundario en toda historia empresarial cuando ésta se consolida. Lamentablemente, las gerencias atrapadas en esa etapa primigenia, por lo general se convierten en obsoletas y arcaicas, en esos dinosaurios que las organizaciones modernas se ven obligadas a desechar si pretenden alcanzar un mejor horizonte en la ruta del éxito empresarial. ¡Advertidos estamos!… ¡A seguir emprendiendo y manos a la obra!

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