El prófugo Cerrón
Estamos casi a un año de la fuga de Vladimir Cerrón Rojas, fundador de Perú Libre. Fue quien puso a Dina Boluarte como candidata a la segunda vicepresidencia de la República, luego de que le ayudase a pagar una abultada caución. Ello evitó que fuera preso, tras ser declarado culpable de corrupción por la justicia como capo de una mafia criminal. Se le imputó apoderarse de recursos del Estado durante su gestión como gobernador de Junín. Posteriormente, este sujeto fue procesado por otra estafa millonaria, cometida esta vez alrededor de la construcción del denominado Aeropuerto Wanka en Huancayo. Ahora, sin embargo, el omnipotente Vladimir no solo resulta inubicable para la Policía Nacional, sino que tiene en jaque al régimen que preside Dina Boluarte. Aparte, se burla de la justicia operando libremente a través de las redes sociales. Y, cómo no, utilizando a su hermano Waldemar –cabeza visible del partido Perú Libre– se ha infiltrado en estratégicas comisiones del Congreso para, desde allí, chantajear a los legisladores a efectos de consolidar sus oscuros propósitos.
Vladimir Cerrón mantiene esperanzas de que su hijo pródigo, el golpista Pedro Castillo, apelando al apparátchik político de Perú Libre (con Vladimir como titiritero), consiga chantajear a los jueces para que, finalmente, lo pongan en libertad, retorne a la primera magistratura, concluya su quinquenio en palacio y, al término de aquello, le entregue la posta presidencial a su padre putativo, el zar Vladimir Cerrón Rojas, quien – al más puro estilo chavista– instauraría una dictadura sin fecha de salida. Recordemos, por cierto, que Vladimir Cerrón estuvo radicado dieciséis años en Cuba. Allá conoció al operador político número uno de Fidel Castro: Carlos Rafael Zamora Rodríguez, aún conocido como el ‘Gallo’ Zamora. Un zamarro que actualmente funge de embajador cubano en Perú. Aunque, en rigor, desempeñaría labores de espionaje como operador político al servicio del comunismo. A este sujeto Fidel lo nombró operador del todopoderoso sistema de inteligencia de Cuba. Y, recientemente –aprovechando su condición de diplomático–, habría participado en cónclaves subversivos llevados a cabo en Cusco, orientados a organizar violentas protestas en la región sureste del país. El poder de Cerrón es indiscutible. Conoce el historial de la mandataria Dina Boluarte desde mucho antes de incorporarla a su fallida plancha presidencial; donde él fue sustituido por el golpista, ágrafo, corrupto Castillo. Además, la tiene 24 horas controlada. Asimismo, mantiene a su hermano Waldemar como segundo vicepresidente del Legislativo, dedicado a mover fichas entre congresistas venales, cuando no mañosos. Frente a semejantes antecedentes, es evidente que al prófugo Vladimir Cerrón Rojas lo cuida un equipo profesional de especialistas de Cuba; incluido el exzar del servicio de inteligencia, “Gallo” Zamora. Para La Habana, la oportunidad de oro que se le ha presentado ante la eventualidad de que Vladimir Cerrón retome el poder, suceda esto directa o indirectamente, le resulta demasiado importante para darse el lujo de desperdiciarla. Simultáneamente, nuestro país desbarra impulsado por el caos al que lo empuja la mafia caviar, que manipula nuestro ya politizado sistema de justicia, en esquizofrénico atentado contra la democracia.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.