El Presidente electo, ¿tendrá real respaldo?

Estando a informes emitidos sobre la elección del Presidente en la segunda vuelta electoral: el Partido Perú Libre ha obtenido 8’835.579 que es el 50.125% de votos válidos; Partido Fuerza Popular 8’791.521 que es el 49.875%. La diferencia de votos es de 0.250% igual 44,058 votos. (Al día 15.06.2021). “Son casi mitad y mitad”.

En la primera vuelta el número de electores hábiles fue de 25’271,610. Sólo han votado 18’845,598 que es el 100% de votos emitidos. (Los válidos han sido 17’713,716, en blanco: 121,449 y nulos 121,449. No cumplieron con emitir su voto 6’426.012). Del total de ciudadanos que han votado en primera vuelta: Perú Libre obtuvo 2’724,752 = 18.921% y Fuerza Popular 1’930,762 = al 13.407%. Por el ganador no votaron 16’120.846 y por la segunda 16’914.836. Es objetivo y elocuente. ¡Evidentemente carecían de respaldo ciudadano!

Todas estas cantidades son significativas porque señalan que la mayoría de ciudadanos no ha votado por los que han “competido en la segunda vuelta”. Por ende, el triunfador no exhibe un óptimo respaldo ciudadano. Sin embargo, habrá que aceptarlo porque “legalmente” será el Presidente electo.

Para la segunda vuelta de la elección presidencial los partidos políticos “se alinearon” en alguno de los dos primeros. Los candidatos que se consideraban con “mayor opción” y que anunciaron que “respaldarían” a la dama candidata, han evidenciado que “sus electores” han votado por “el otro”. ¿Significará que los “partidos y sus candidatos” en realidad no cuentan con un respaldo real? Es una experiencia interesante en los procesos electorales peruanos.

La contienda política se trasladará al Congreso de la República. Habrá dos posiciones claras resultado de “conciliaciones” que “formarán” la mayoría de votos para adoptar decisiones. (También serían casi mitad y mitad). ¿Podrá el Presidente electo resolver los graves problemas nacionales? Los capitales están saliendo del país, hay carencia de inversiones nacionales e internacionales; seguirá devaluándose el poder adquisitivo de nuestra moneda incrementando la pobreza, sobrevendrá el cierre de centros de trabajo aumentando la desocupación y la falta de eficientes servicios públicos, sin perjuicio del acrecentamiento de los problemas de salud, educación, vivienda y la falta de seguridad ciudadana.

Pronto se tendrán movilizaciones de protesta y la consiguiente represión. Las protestas serán contra el gobierno a quien las masas exigirán solucione de inmediato los graves problemas que han sobrevenido de la elección presidencial.

El pueblo debe estar preparado para protegerse de los problemas sociales, políticos y económicos.

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