El pollo vivo y el gato ron ron están jodiendo al Perú
La tolerancia del pueblo peruano es infinitamente dócil; las noticias que acontecen en el país son tan misceláneas que facilitan su resignación al constatar que nuestra realidad es incurable. En este bombardeo de incidencias y ocurrencias cotidianas, la modorra y apatía ciudadana conservan su tradicional liviandad al asimilar lo que pasa a diario en el Perú.
Hace unos días, nuevamente, un dirigente gremial fue asesinado a balazos. Era el secretario general del Sindicato de Trabajadores de Construcción Civil de Lima, Arturo Cárdenas, que se enfrentaba valientemente contra las mafias que son la amenaza criminal contra toda obra pública y privada. Le costó la vida.
En otro ronroneo, el Poder Judicial está evaluando la prisión preventiva para “Los Waykis en la Sombra”. Entre los implicados están Nicanor Boluarte, hermano de la presidenta, y Mateo Castañeda, su exabogado, como los principales implicados.
Por otro lado, denuncian a Dina Boluarte ante la Corte Penal Internacional por las muertes en las protestas sociales. Claro está que estas muertes no pueden quedar impunes, pero cuando los que impulsan y suscriben esa denuncia representan a un grupúsculo de “rabanitos” miopes y fariseos que se fijan en la paja peruana pero no quieren ver la viga clavada en el corazón venezolano por su mecenas, el tirano y genocida Nicolás Maduro, comprobamos nuevamente que así son los caviares, habituados a prostituirse como buenos mercenarios a las causas que les llenen las carteras y las billeteras.
Sin embargo, gracias a este ronroneo, podríamos añadir tres ocurrencias de la semana; algunas divierten y otras asquean.
Dina Boluarte debutó como cantante ante la sorprendida y atónita audiencia infantil. Ella estuvo feliz y con el coraje de una gata loca, perdón, una gata templada, evocando con un ronroneo romántico a su gato techero, el Wayki Oscorima.
Lo más vergonzoso: el nefasto ejemplo del vulgar e infeliz jugador mediocre del fútbol peruano, Christian Cueva. Constatar, a través de las imágenes, la agresión a Pamela López, su esposa, cuando vivían en Trujillo. Ha sido despedido de su club y pasará a la historia como uno más de los tramposos y alucinados que creían que había que “tocarlos” para constatar que eran una patética realidad.
Y el ronroneo conchán de la semana se lo lleva el congresista Darwin Espinoza. Conocidas sus relaciones extramaritales, este delincuente, viajando con plata del Estado, no le quedó otra a su esposa que ir a buscar a la trampa de su marido y agarrarse a golpes, incluyendo una revolcada en el piso, todo para disputarse al engendro que sigue haciendo de las suyas en el “Burdel de Abancay”.
Quisiera dedicar estas últimas líneas a mi querido padre, que hace poco falleció. Qué duro y difícil es aceptar su partida, qué desgarrador es pedirle a mi corazón que no lo extrañe. Mi memoria sigue aferrada a sus recuerdos; busco su amor de padre, que era un bálsamo para mí, pero su ausencia me quebranta. Lo echo tanto de menos. Seguir sin él será doloroso. Sé que ya estás volando alto, papito, en tu camino a la eternidad. Te llevo en mi corazón y sé que algún día nos volveremos a reencontrar y tus abrazos me volverán a proteger con tu amor de padre.
Hasta siempre, papá...
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.