El poeta del fanzine

Hace una semana agitó a quienes como él, Walter Espinoza Ramírez, en 1988 eran jóvenes y escuchaban música metalera.

Entonces, él, proyectó, diseñó y empleando sus propinas, el correo postal y una fotocopiadora, trajo a la vida su proyecto con el que puso en circulación “Repugnancia”, fanzine que hace pocos días volvió a la luz en su primera reedición con calidad mejorada.

La respuesta ha sido inmediata en Santiago de Chile, México, España, Buenos Aires, el valle del Urubamba, Trujillo y Arequipa, desde donde solicitan envíos de la publicación con entrevistas a miembros de los grupos más calientes de ese momento. Eviction, Sadistic Vision, Arkand, Creepin´ Death, Insaner.

Para conectarse con ellos, Walter nos cuenta, “escribía, esperaba semanas hasta recibir respuesta. Imagina, para un chico que quería ser poeta, tomar contacto con esos monstruos era una hazaña, mayor al recibir respuesta”.

En 1989 sale el segundo y último número de Repugnacia. Nombre de acuerdo al gusto y estilo de los metaleros. WER en el 92 abandona la escena metalera. En 1995 ingresa en la Universidad San Marcos a la facultad de Letras y Ciencias Humanas, especialidad Historia del Arte. En 1996, presentó “Ensueño Indescriptible”, pequeña revista con énfasis en el surrealismo, y una misión, “revelar al pintor y poeta peruano César Moro que estaba siendo olvidado. En el 2002, César Moro era tema internacional, misión cumplida”.

Sabía que tenía varias publicaciones. Creí, ingenuo, que en menos de treinta minutos el tema estaba despachado. Pero no. Terminamos al día siguiente. Recibí, con un orden de biblioteca, más de cincuenta fotografías con clara explicación y varios textos de apoyo que databan y numeraban las revistas Ensueño Indescriptible, Ventana de Medusa, A-Parte; los poemarios Fugacidad de los verbos, Voz sin tiempo, Manantial Horizonte, suyos; y otros de Elena Ordóñez, Samuel Ancajima, Gloria Zegarra, Cintya Becerra, Nora Puertas, María Wertheman, Enrique Verástegui, Leopoldo Charriarse, Carmen Casarteli, que siguieron a “Exudar”, de Patricia Serra Santa Gadea, el primero que Ensueño Indescifrable puso en stand en agosto del 2002.

También llevó reediciones importantes como la de “Darío, Raro”, primera obra de André Coyné sobre César Moro. Edición ampliada y mejorada con fotografías y textos inéditos.

Ventana de Medusa, su segunda revista, nació el 2000, sus ediciones tienen cuidadas carátulas en blanco y negro con una imagen y una frase surrealista. La última, 2008, con una obra de Frida Kahlo, fue la primera en color. En el 2003, Ventana de Medusa se había convirtió en pequeña editora underground. A-Parte, revista de arte tiene su primer número en mayo del 2012, el último se publicó en el 2017.

Para Walter la tarea, que siempre está batallándola, lo llevó a la redacción de textos curatoriales, organización de exposiciones colectivas en Ecuador, Bolivia, Colombia; a leer sus poemas en Paraguay, Buenos Aires, entrevistar a Silvio Rodríguez, y decirme, “hay tanto material que deberíamos tener dos páginas. No olvides, seré el primero que hable en tu centenario”.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.