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El poder Ejecutivo hiede a terror

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Fecha Publicación: 12/09/2022 - 22:50
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Ayer se cumplieron 30 años de la captura del despiadado criminal que con una banda de secuaces marxistas-leninistas-maoístas desató por más de una década una agresión demencial contra el Perú y su pueblo, causando treinta mil muertos, miles de heridos y mutilados, millones de desplazados, sobre todo de las zonas altoandinas, daños a bienes públicos y privados por 25 mil millones de dólares y pérdida de oportunidades vitales para varias generaciones de peruanos.

El 12 de septiembre de 1992, cumplidos dos años de gobierno del presidente Alberto Fujimori y de su decisión de apoyar logística y políticamente al grupo de valientes y altamente preparados efectivos policiales del GEIN (Grupo Especial de Inteligencia) que desde inicios de 1990 tenían a cargo la persecución de la banda terrorista, se logró ese hito en la sacrificada lucha contra el terrorismo. Capturado el genocida Abimael Guzmán y la cúpula de Sendero Luminoso que lo acompañaba en su guarida de la capital del país, se pudo neutralizar atentados, paros armados, asesinatos selectivos de autoridades y miembros de la sociedad civil. Los criminales capturados desde ese momento recibieron, en juicio justo y legítimo, condenas de por vida.

Lamentablemente, esa victoria del Perú sobre el terrorismo fue desde el primer momento objeto de ataque por parte de la maquinaria legal, mediática y política con que contaban los grupos terroristas, tanto Sendero Luminoso como el MRTA. Terminado a fines del año 2000 el gobierno del expresidente Fujimori, junto a una feroz persecución con apariencia judicial desatada contra quienes habían trabajado en ese decenio, especialmente políticos y militares y policías, se desmontó la legislación antiterrorista, se revisaron los casos ya juzgados para reducirles las penas, se indultaron centenares de delincuentes y se puso de rodillas al Estado peruano reconociendo ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, denuncias y beneficios en favor de gente vinculada al terrorismo. Tergiversando la realidad histórica se logró blanquear al terrorismo y a los terroristas ante niños y jóvenes en edad escolar y universitaria.

Resultado: como nos han advertido recientemente héroes aún vivientes de la gesta antiterrorista, hoy tenemos que el Poder Ejecutivo y diversas instituciones públicas han sido copadas por personas vinculadas a Sendero Luminoso y a sus caretas distractivas, Movadef, Conare y Fenatep, que tratan nuevamente de destruir el país y de generar amenazas para los peruanos.

Pese a ello y en señal de que no hemos perdido la batalla, también ayer resultó elegido presidente del Congreso de la República un héroe de la operación Chavín de Huántar.

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