El plan Peruvia
Una de las personalidades más notables y, quizás, menos reconocidas, en la historia del desarrollo del Perú ha sido Alfonso Rizo Patrón Remy (1917-2012), brillante ingeniero que realizó sus estudios en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (M.I.T.), donde obtuvo los grados de bachiller en Ingeniería de Minas (1940) y una maestría con la máxima distinción en Ingeniería Metalúrgica (1941), especializaciones que lo convirtieron en uno de los profesionales más destacados de nuestro país.
A finales de la década de 1950, mientras se ocupaba de reactivar el proyecto hidroeléctrico del Mantaro, concibió la idea de establecer una importante ciudad en la meseta de Vilcabamba con la finalidad de crear un nuevo polo de desarrollo en el oriente. Así nació el “Plan Peruvia”, nombre sugerido por su esposa Jane Boylan. Este era un proyecto que permitía al país lograr un requilibrio geográfico ante la fuerte presión demográfica de las nuevas poblaciones migrantes que se dirigían a la costa, solución similar a la que estaba implementado el presidente Juscelino Kubitschek con su nueva capital en el planalto brasilero.
En el 20 de julio de 1959, Rizo Patrón fue nombrado ministro de Fomento y Obras Públicas por el presidente Manuel Prado Ugarteche y desde ahí logro entusiasmar al gabinete en “Peruvia”. De inmediato se contrató a la afamada consultora Arthur D. Little Inc. para que estudiara la viabilidad del proyecto. El informe preliminar (1961) resulto muy favorable y su primer aporte fue identificar el recorrido exacto del Mantaro, determinando la existencia de una segunda curva que hasta entonces no se conocía. A partir de 1962 se pudo apreciar el gran potencial de esta segunda curva del rio.
En líneas generales el “Plan Peruvia” concebía el establecimiento de un gran aeropuerto entre los ríos Ene y Quempiri, y a partir de ahí, diseñar una ciudad ordenada, con fuentes de energía barata para la industria, con apoyo al turismo y sin olvidar el respeto a las comunidades nativas del entorno.
Por lo dicho “Peruvia” resulto siento el gran “proyecto nacional” de la elite tradicional peruana para dar al país una redefinición geopolítica al tiempo que conjuraba el grave problema de la migración a la capital que ya se veía incontenible desde la invasión de “Ciudad de Dios” (1954). Era la alternativa lógica para evitar un “desborde popular” y una “crisis del Estado”, expresiones de Jose Matos Mar que se harían realidad.
La gran pregunta es ¿porque la “propuesta Rizo Patrón” no materializó? El 6 de junio de 1960 se cambio al ministro de fomento y con su salida se impuso el cortoplacismo. El premier Pedro Beltrán considero que “Peruvia” era innecesario. No entendió el problema geopolítico y social. Su mente manchesteriana solo percibió un déficit “habitacional”. Por este error de interpretación, Beltrán también abandonando el ordenado modelo de las notables unidades vecinales odristas para favorecer el desorden de la autoconstrucción privada.
Conscientes hoy del grave error que ha significado para el Perú haber abandonado el “Plan Peruvia”, debemos rescatar la figura de Alfonso Rizo Patrón Remy, empresario y profesional con visión de Estado, que nos debe servir como ejemplo para que los emprendedores y políticos del futuro, se alejen del mal entendido pragmatismo de los mercaderes y politiqueros y puedan seguir su estela de excelencia y patriotismo.
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