El Perú tercermundista mató a Guerra-García

Nano Guerra-García fue asesinado por el sistema de salud tercermundista que sufrimos. Nos lo merecemos por escoger a políticos que nos reflejan y representan. Por escoger con las emociones sin pensar en las capacidades. Me importa demasiado poco si el excongresista salía de una mega juerga; lo que haga una persona en su vida privada no es de nuestra incumbencia. Lo que a todos debe importarnos e indignarnos es que el Estado ha fallado en brindar un servicio básico para la supervivencia humana y social: la salud.
¿Cómo se atreven a decirnos que Guerra-García no pudo ser auxiliado, por lo menos para intentar salvarle la vida, porque los médicos de este Estado tercermundista solo atienden 12 horas o menos? ¡Es en serio! Los pobladores de Punta de Bombón, en la provincia de Islay, se están muriendo por culpa de un grupo de corruptos izquierdistas ideologizados que prefieren su orgullo falso e inservible, en lugar de encontrar la forma de obtener salud para su localidad. Si hay personas que tienen ganado el infierno, definitivamente son estos corruptos que viven resentidos con la empresa privada.
¿Tuvimos que esperar que un congresista muera para darnos cuenta que estamos tratando a nuestros pobres como ciudadanos de tercera categoría? ¿Aún seguimos creyendo que los pobres son pobres porque quieren? ¿Seguimos pensando que el mal jugado fútbol peruano puede seguir siendo cortina de humo para pretender cubrir estas vergonzosas, ridículas y tristes realidades peruanas? Tuvo que morir el vicepresidente de un poder del Estado para bajar nuestros soberbios ojos hacia la realidad de las zonas realmente pobres.
Nosotros no somos una nación. Somos una sociedad egoísta con nuestro propio universo. El sistema de salud en Punta de Bombón, en la provincia de Islay, seguiría en la depresión, olvido y menosprecio, de no ser por la muerte de un congresista bajo su responsabilidad. El distrito de Punta de Bombón tiene poco más de seis mil habitantes, que deben procurar enfermarse antes de las 8:00 p.m., porque sus malestares no podrán ser tratados después de ese horario. Y al país entero no le interesa lo que está pasando, porque nos distraen con el fútbol y con la novela de Miyashiro.

La salud, educación, seguridad y alimentación en nuestro país están en cuidados intensivos hace ya bastante tiempo. No podemos cerrar sin hacernos la siguiente pregunta: ¿qué han hecho por los pobres Pedro Pablo Kuczynski, Martín Vizcarra, Pedro Castillo y ahora Dina Boluarte? Nada. Los caviares y los progresistas han demostrado que son el fracaso en la administración pública. No estoy a favor de la privatización de la salud, porque el abuso y frialdad de muchas clínicas han quedado en evidencia antes, durante y después de la pandemia. El Estado tiene la obligación de entregar salud a todos los peruanos, en especial a los que viven en la pobreza. De lo contrario, continuaremos el camino de criar peruanos resentidos con el sistema, porque desde niños han visto que no funciona.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.